El Periódico.- La declaración institucional que aprobará el pleno llega cuatro días después de que Vox se querelle contra Cubero por unas declaraciones. Es la primera ciudad que rechaza de forma unánime las amenazas a varios políticos.
Todos los grupos del Ayuntamiento de Zaragoza apoyarán este viernes en la sesión plenaria una declaración institucional que condena de forma unánime los mensajes de odio, la incitación a la violencia y las amenazas y agresiones violentas a los representantes políticos e institucionales. Lo harán después de que Vox trasladase este lunes a Zaragoza la crispación que rodea a la campaña electoral a la presidencia de la Comunidad de Madrid anunciando que se querellará contra el concejal de ZeC, Alberto Cubero, por decir en una comisión que a la ultraderecha «hay que tratarla como en Vallecas». Será la primera vez que el líder del PC asuma la «plena confianza en el Estado de Derecho» (como incluye el texto) y que Vox se sume en una declaración institucional que condena las amenazas de muerte que han recibido varios representantes políticos. Ninguna otra gran ciudad lo ha hecho.
La ultraderecha anunció la querella a través de Twitter un día antes (el domingo) de que la candidata de Vox a la presidencia de Madrid, Rocío Monasterio, no condenase las amenazas, entonces solo se habían dirigido al ministro Fernando Grande-Marlaska, al candidato de Unidas Podemos en Madrid, Pablo Iglesias, o la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
Ese lunes, después de que Vox pidiera la inhabilitación de Cubero y Monasterio no condenase las amenazas, el PSOE presentó en la junta de portavoces una declaración institucional que tensó todavía más el ambiente en la casa consistorial.
En el texto, el PSOE pedía que se rechazaran las palabras de la candidata de la ultraderecha «en las que dudaba de la veracidad de las amenazas». Vox vetó la declaración y sumaba otra más a su larga lista ya que no es la primera vez que sucede y desde que han entrado en el ayuntamiento han frenado las del Día de la Mujer o el Día contra la Violencia Machista.
A raíz de este hecho empezó el cruce de acusaciones entre una formación y otra. El portavoz de Vox, Julio Calvo, acusó a la del PSOE, Lola Ranera, de «jugar sucio» y la definió como una «política profesional en el peor sentido del término». El PSOE acabó instando al PP a «arrinconar» a los partidos que incitan al odio, como la ultraderecha, cuyo cartel electoral en Madrid ataca a los menores extranjeros no acompañados.
Para Cubero la querella es «una amenaza más y un hostigamiento a la izquierda política y a sus representantes» en alusión al ataque de la sede de Podemos en Cartagena, y las de IU en Burgos y León. El concejal aseguró que no iban a «normalizar los discursos de la ultraderecha, como hace PP y Cs permitiendo que influyan en las políticas públicas».
Tres días después de que estallará la polémica en la capital aragonesa, el PP y Cs han propuesto un nuevo texto, más genérico, para que el pleno rechace y condene «con la máxima rotundidad» cualquier manifestación de odio y la violencia como mecanismo para influir en política.
La ultraderecha anunció la querella a través de Twitter un día antes (el domingo) de que la candidata de Vox a la presidencia de Madrid, Rocío Monasterio, no condenase las amenazas, entonces solo se habían dirigido al ministro Fernando Grande-Marlaska, al candidato de Unidas Podemos en Madrid, Pablo Iglesias, o la directora de la Guardia Civil, María Gámez.