Facebook se ve obligada a poner coto a los insultos y amenazas de muerte que los ultras lanzan contra Gallardón, Rahola, Albert Pla o Los Morancos
JOSÉ MARÍA GARRIDO. EL PLURAL.- Conscientes de la importancia de internet a la hora de reclutar nuevos adeptos a su causa, la extrema derecha ha intensificado en los últimos meses su presencia en internet. Lo hacen a sabiendas de que lo que es delito fuera de la red (la apología del nazismo está penada por la Ley en España), se diluye dentro de ella. Son cientos las webs, blogs y foros donde los ultras difunden sus ideas genocidas con total impunidad. Sin embargo, es en las redes sociales donde la extrema derecha centra sus esfuerzos en atacar al diferente y en promover su delictiva ideología.
Facebook elimina su página
Buena prueba de ello es que la semana pasada desde las oficinas centrales de Facebook, ubicadas en Silicon Valley, California, se procedió a la eliminación de la comunidad que Patriotas.es (la página web de cabecera de los ultras españoles) había creado en esta red social para propagar sus ideas racistas y homofobas. Un procedimiento que generalmente se produce a instancias de las fiscalías españolas que cuentan con un servicio especial de delitos de odio y discriminación.
Miles de ultras
Pese a ello, los ultras siguen contando con decenas de comunidades en Facebook donde se expresan sin tapujos. Con más de 3000 integrantes, una de las más activas es la de La España en Marcha, la plataforma compuesta por La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional.
El muro de La España en Marcha
Con un simple vistazo a su muro se puede comprobar la radicalidad de unos ultras que califican de “ratas” a los independentistas, que tachan de “ladrones “ y “mierdas” al conjunto de los políticos, o que consideran a los negros como una raza inferior equiparable a los “monos de la selva o a los animales de circos”.
Amenzas de muerte al ministro de Justicia
La dureza de los comentarios es de tal calibre que lanzan mensajes contra el ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardon, como el siguiente: “Me cago en la putísima Madre de Gallardon, pro-sionista de mierda, ya caerás cabrón”. Amenazas que lamentablemente también reciben otros destacados dirigentes como Artur Mas, José Luis Rodríguez Zapatero, o el Rey Juan Carlos I.
Planificando la muerte de Albert Pla
Pero sin duda, es el cantautor Albert Pla el que más odio ha generado en los últimos meses a raíz de su posicionamiento sobre la independencia de Cataluña. “Chusma”, “rata de alcantarilla”, “hijo de puta”, “yonki” o “cerdo”, son algunos de los calificativos que recibe a diario el prestigios artista por parte de unos ultras que apuestan por su asesinato. “¡Vamos coño! No le dejemos ni respirar”, “¿me puedo ofrecer como voluntario para cuidarlo en el hospital?”, “habrá que hacerle una visita (al hospital) y pisarle la goma del oxigeno”, “yo pongo el cuchillo” “y yo el taco de madera para que apoye el cuello”, son algunos de las amenazas que se pueden leer en el muro de Facebook de La España en Marcha.
Muerte a los rojos
Convencidos de que “los comunistas son terroristas” y de que la pena de muerte debe aplicarse a todos los que afortunadamente piensan diferente a ellos, los ultras también se recrean con aplicar la violencia sobre Juan Manuel Sánchez Gordillo (quien “se merece un par de ostias”), los Morancos (a quien califican como “unos putos maricones interesados”), Pablo Iglesias (a quien sueñan con encontrárselo “por la calle), Pilar Rahola (a la que critican por ser “un callo” y “una sucia judía que da ganas de vomitar”) y al conjunto de los “rojos” (para quienes piden aplicar sin excepción “la pena de muerte”).
“La pinta deslizante del neonazismo”
Ejemplos que vienen a dar la razón a Esteban Ibarra, presidente del colectivo Movimiento Contra la Intolerancia que desde hace años viene advirtiendo que “Internet se está convirtiendo en la pista deslizante del neonazismo”.
Debemos controlar Internet
“He encontrado que en Europa hay 10.000 páginas webs de corte racista o neonazi. En España hay 400. Curiosamente, la mayoría de ellas están alojadas en dominios de Estados Unidos. Ellos se amparan en la Primera Enmienda, que permite una libertad de expresión sin límites, a diferencia de Europa, en que esa libertad de expresión se termina en cuanto vulnera el derecho de las personas. Eso nos está haciendo a todos muchísimo daño. La principal tarea debería ser controlar internet, que lo que sea ilegal en la vida real sea también ilegal en internet”.