De los 591 etarras repartidos en más de medio centenar de prisiones del Estado que había a finales de 2009, se ha pasado una década después a menos de la mitad y distribuidos en 40 centros
JOSE MARI ALONSO. EL CONFIDENCIAL.- La fotografía de los presos de ETA que cumplen condena en cárceles de España ha cambiado de forma radical en una década. De la cifra de 591 etarras repartidos en más de medio centenar de penales del Estado que había a finales de 2009 se ha pasado 10 años después a menos de la mitad, a un total de 210 reclusos, que se encuentran distribuidos en 40 prisiones. La presencia de etarras en instalaciones penitenciarias españolas ha decrecido de forma notable cada año durante la última década, hasta el punto de que el número de reclusos de la banda terrorista ha descendido ya a niveles de 1979.
Hace 40 años, con los primeros pasos de la democracia, 117 nombres conformaban el listado de etarras encarcelados, el cual se elevó de forma exponencial en apenas dos años hasta alcanzar 261 reclusos en 1980 y 435 un año después. Desde entonces, la población reclusa de ETA ha conocido oscilaciones con picos de subida y bajada —aunque siempre por encima de los 400 presos en las diferentes cárceles hasta 2015 (salvo dos excepciones)—, siendo el punto álgido la primera década del siglo XXI, con el techo fijado en el año 2008, cuando la cifra superaba los 600 reclusos solo en las cárceles de España.
El antes y el después de esta fotografía carcelaria lo marca el cese de la actividad armada que ETA decretó en octubre de 2011, lo que dio paso a un progresivo descenso anual de etarras entre rejas. Antes del anuncio de la banda terrorista que ponía fin a sus acciones violentas, las cárceles del Estado daban cobijo a algo más de 550 etarras y ahora la nómina se ha reducido a los actuales 210 reclusos —cinco de ellos cumpliendo pena en el País Vasco y 205 en prisiones repartidas por el resto de España—, según los datos a 29 de noviembre de 2019 de la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat y de la dinámica Kalera Kalera a favor de los etarras encarcelados que abandera Sortu, la marca heredera de Batasuna.
No es, en todo caso, el listado completo de etarras que se encuentran entre rejas, ya que hay que sumar los 36 presos de ETA que cumplen a día de hoy condena en ocho cárceles de Francia, algunos de los cuales tienen causas pendientes con España, lo que eleva la cifra total de presos de la banda terrorista a 246. A este respecto, la situación de la población reclusa de ETA en el país galo también ha cambiado de forma sustancial en apenas una década, ya que en 2009 había presas 165 personas por su relación con ETA en 31 centros penitenciarios.
La situación de los reclusos de ETA en Francia ha cambiado también de forma sustancial en 10 años: de 165 presos en 31 cárceles a 36 en ocho centros
En esta última década, la excarcelación más sustancial tuvo lugar en el año 2013, a raíz de la derogación de la ‘doctrina Parot’ después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos diera la razón a la sanguinaria etarra Inés del Río en su recurso contra la aplicación de la norma adoptada en 2006 por el Tribunal Supremo, que permitía retrasar la excarcelación de presos con condenas altas. La resolución de Estrasburgo derivó en la puesta en libertad de más de medio centenar de reclusos, entre ellos históricos de ETA, en apenas unos meses, en virtud del máximo legal de 30 años de permanencia en prisión establecido por el Código Penal de 1973. El pasado año, cerca de una treintena de presos fueron puestos en libertad tras cumplir su condena, entre ellos José Ramón López de Abetxuko, que este pasado 10 de diciembre ofreció una polémica charla en la universidad pública vasca. Asimismo, un total de 35 presos recobraron la libertad en 2017.
De entre la población reclusa de ETA, 55 presos acumulan más de dos décadas en prisión, de los que 10 llevan entre 25 y 30 años, según la información que da la revista dirigida a los presos de la banda terrorista que edita Sortu, ‘Kalera.info’, en su último número, correspondiente al invierno de 2019. Según se refleja en sus páginas, otro contingente de 103 etarras —96 en cárceles españolas y siete en francesas— ha pasado la barrera de los 15 años en prisión. Esto hace que, según apunta la revista, el 64,5% de los encarcelados por su relación con la banda terrorista haya cumplido más de tres lustros efectivos en la cárcel.
Un total de 55 presos de ETA acumulan más de dos décadas en prisión, mientras que otro contingente de 103 reclusos lleva en la cárcel más de 15 años
Entre los presos que superan los 20 años entre rejas, se encuentran el sanguinario Jon Bienzobas, a quien en octubre el ayuntamiento de su Galdakao natal (Vizcaya) le cedió la casa municipal de cultura para albergar una polémica exposición con esculturas y pinturas realizadas en la cárcel, o Irantzu Gallastegi, quien participó en el asesinato de Miguel Ángel Blanco junto a su compañero sentimental, el histórico jefe etarra Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’ —el autor material de los dos tiros en la cabeza que acabaron con la vida del concejal del PP en Ermua en 1997—, que fue detenido en Francia en 2001. También acumulan más de 20 años los destacados etarras Antonio Troitiño, Francisco Múgica Garmendia, Joseba Arregi Erostarbe o Iñaki Bilbao, conocido por sus amenazas a los magistrados Baltasar Garzón o Fernando Andreu —a este juez le amenazó de muerte apuntándole con una mano en forma de pistola durante un juicio—.
Ya no están en prisión los históricos miembros de ETA José Javier Zabaleta, ‘Baldo’ y Xavier Ugarte —uno de los carceleros del funcionario de Prisiones José Antonio Ortega Lara—, quienes en julio de 2019 recobraron la libertad tras cumplir condenas de 29 y 22 años de prisión respectivamente. Ambos fueron recibidos por todo lo alto en sus localidades de origen, Hernani y Oñate, en dos ‘ongi etorri’ que provocaron la denuncia de las asociaciones de víctimas del terrorismo por constituir actos de “humillación”. Días después, recobró la libertad de forma definitiva Rafael Caride Simón, uno de los autores materiales del atentado de Hipercor en 1987, que se había acogido a la ‘vía Nanclares’ tras mostrar su arrepentimiento por sus actuaciones terroristas.
La cárcel de Picassent, en Valencia, es la que alberga a un mayor número de presos de ETA, con una docena, por delante de Granada (11) o Puerto I en Cádiz (10), según la información de Etxerat y ‘Kalera.info’. En esta distribución por 40 cárceles españolas, los etarras que han acumulado mayor historial de sangre en sus manos se encuentran en las cárceles más alejadas del País Vasco. En su conjunto, 72 presos de ETA se encuentran repartidos en prisiones de Andalucía, lo que supone el 35% del total de la población reclusa de la banda terrorista. A continuación, se sitúa la Comunidad Valenciana, con 40 reclusos.
De los cinco presos que cumplen condena en el País Vasco, Jesús María Martín está en la cárcel alavesa de Zaballa, e Ibon Iparraguirre, en un centro sociosanitario, mientras que José Ramón Foruria, Aitzol Gogorza y Mikel Gil se encuentran en régimen domiciliario.