La cuenta de la formación no puede tuitear desde el martes por incumplír las reglas de la red social, que defiende su imparcialidad. El partido de Abascal exige poder ejercer su «derecho a la libertad de expresión»
I. ASENJO. DIARIO VASCO.- Vox mantiene el pulso con Twitter, que lanzó un órdago a la formación de Santiago Abascal con el ‘no’ rotundo de desbloquear su cuenta. El partido político -que cuenta con casi 400.000 seguidores en la red social- lleva desde el día 21 sin poder publicar mensajes en la plataforma, que decidió limitar su actividad por incumplir sus políticas de «incitación al odio». Twitter España dio una solución: «Deben borrar el tuit para continuar con su actividad». Sin embargo Vox reitera que no eliminarán ningún mensaje. Un tira y afloja cuyo último capítulo es la advertencia de los de ultraderecha de llevar a los tribunales al gigante tecnológico.
Todo empezó cuando la portavoz socialista Adriana Lastra escribía, en referencia a Vox, que «no soportan al colectivo LGBTI». A esto, el partido que lidera Santiago Abascal respondía: «Lo no soportamos es que (…) con el dinero público promováis la pederastia». Este mensaje es clave para la suspensión de la cuenta. «Tenemos unas normas de uso y en favor de la libertad de expresión, pero entendemos que hay que poner unos límites para que la conversación sea sana a la hora de exponer las ideas», explican fuentes de Twitter.
La compañía rechaza cualquier alegación y se mantiene firme en su decisión inicial. «Lo único que debe hacer Vox es borrar el tuit para poder seguir publicando mensajes», aclaró Twitter. La cuenta «está limitada, no suspendida», los usuarios y seguidores de la formación pueden ver los tuits anteriores de Vox y seguir la cuenta,pero sus administradores no pueden publicar comentarios ni dar me gusta ni retuit a otros usuarios.
«Somos una compañía imparcial y no participamos en prejuicios o sesgo político de ningún tipo. Aplicamos las Reglas de Twitter de manera desapasionada e igual para todos los usuarios, independientemente de su procedencia o afiliación política», explica la compañía. Si Vox persiste sin borrar el mensaje su cuenta seguirá suspendida.
Vox, por parte de su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, denuncia que las reglas se aplican «con más delicadeza» para su partido e insiste en relacionar al PSOE con casos de abusos a menores. Además alegan en un burofax enviado a Twitter que «un tuit no puede interpretarse como una incitación al odio» y recuerda que «el partido representa a más de tres millones de votantes».
En el texto firmado por Marta Castro, vicesecretaria jurídica de Vox, la formación señala que al mantener el bloqueo Twitter está vulnerando derechos fundamentales especialmente protegidos en la Constitución española como son la libertad de expresión, el derecho de participación política y la libertad ideológica, así como el principio de igualdad y pluralismo político al tratarse de un partido político, «que es la vía de representación de muchos ciudadanos».
En su escrito a Twitter el partido habla de decisión «contradictoria» y «arbitraria» al referirse al «bloqueo» de su cuenta y lamenta que el mantenimiento de esta medida supone «una lesión irreparable» que «deberá ser examinada a fin de depurar las responsabilidades en las que se haya incurrido».
Días atrás los líderes del partido ya pidieron explicaciones públicas a Twitter a través de diferentes tuits en los que hacían referencia a la CEO de la compañía en España, Nathalie Picquot. Del mismo modo, la campaña continúa durante estos días con la publicación de mensajes por parte de varios dirigentes en los que destacan Santiago Abascal y su vicesecretario de comunicación, Manuel Mariscal, en los que tiran de hemeroteca con el hastag #TwitterResponde y en los que hacen referencia a otras publicaciones para afirmar que «otros partidos políticos sí pueden clasificar como consideren a sus oponentes políticos sin sufrir por ello represión alguna».
No obstante la compañía no tiene ni la más mínima intención en rectificar lo que consideran de justicia. «Prohibimos dirigir a las personas contenido destinado a incitar al miedo o difundir esteretipos de temor. En este caso, el mensaje alude en la categoría de incitación al odio a personas que históricamente han sido castigadas», según se manifiesta en su política relativa a las conductas de incitación al odio recogidas en la web.
Twitter explica que hay dos maneras de identificar las infracciones a las normas, vía reporte o identificación con tecnología mediante inteligencia artificial. No obstante, la compañía no ha querido detallar cómo se ha llevado a cabo en este caso concreto.