La Vanguardia.- La isla vive bajo el terror de las bandas criminales de Jimmy Cherizer, que impide la llegada de ayuda.
Haití, uno de los países más pobres del mundo, en estado de desestabilización permanente, ha obrado el milagro en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones (ONU).
La isla caribeña vive bajo el terror de las bandas criminales de Jimmy Cherizer, apodado Barbecue, que impide la llegada de ayuda humanitaria a los haitianos. Sus atrocidades han funcionado como un disolvente de pugnas geoestratégicas a costa de la guerra por la invasión de Ucrania: los quince miembros, en una rara confluencia de Estados Unidos y Rusia, sin olvidar a China, han votado a favor de imponer sanciones en una resolución en la que se exige el cese inmediato de la violencia y la actividad criminal en la isla caribeña. Esta petición va acompañada de la imposición de sanciones, incluido un embargo de armas, al “poderoso” líder de las bandas criminales. Cherizes es la única persona que se nombra en la resolución. Entre otras situaciones, sus huestes bloquean una importante terminal de distribución de combustible y las rutas de distribución, lo que obliga a las interrupciones de suministros a los ciudadanos, bajo un régimen de terror.
Como ha señalado la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, que propuso el texto junto a México, es un aviso para Barbecue y cualquier otra banda de desalmados en sus acciones, así como una iniciativa para restaurar la ayuda a un país que, además, afronta un nuevo brote de cólera.
Otra resolución en elaboración
El punto de fricción se encuentra en el intento de enviar una tropa multinacional para imponer el orden y aliviar la crisis humanitaria. Esto ha quedado fuera, al igual que reforzar la policía haitiana.
Pero Thomas-Greenfield ha insistido en que están elaborando otra resolución con la que se autorice una misión “no internacional”, limitada en espacio y tiempo, comandada “por un país asociado” con la capacidad de recurrir a la fuerza en caso de que fuera necesario.