Infobae.- La noche del 28 de julio se convirtió en una pesadilla para Diego Fernando Nieto, un colombiano que fue víctima de una brutal agresión a la salida de un bar en Wisconsin. Este ataque, que él mismo describe como un acto de odio motivado por su origen latino, ha dejado profundas huellas tanto físicas como emocionales en la víctima.
De acuerdo con Noticias Caracol, Diego Fernando Nieto de 29 años, fue atacado de manera violenta por un ciudadano estadounidense en el estacionamiento del establecimiento. Según el relato de Nieto, el agresor utilizó una piedra para propinarle una golpiza que le causó múltiples fracturas en la cara y daños severos en su dentadura.
“El tipo usó una piedra para golpearme, causándome fracturas en la cara y dañando mi dentadura. En el reporte de la policía está claramente indicado que usó una piedra y luego se escapó. Yo quedé tirado, sangrando, con heridas múltiples en la cara”, comentó Nieto.
La gravedad de las lesiones llevó a Nieto a someterse a varias cirugías reconstructivas, un proceso doloroso y prolongado. Su madre, Johanna Pantoja, ha detallado que su hijo presenta “siete fracturas” en su rostro, así como problemas maxilofaciales y visión borrosa.
El impacto emocional del ataque ha sido igualmente devastador. “Está muy afectado psicológicamente, está muy depresivo, está muy mal y muy ansioso”, señaló Pantoja
El atacante ha sido identificado como Courtis Boucher, un hombre con un historial delictivo. Boucher enfrenta actualmente cargos por asalto agravado con arma letal. Nieto no duda en calificar el ataque como un acto de odio. “Me golpeó así por ser latino, por odio”.
Para Diego Fernando Nieto, la noche del 28 de julio quedará grabada no solo en su memoria, sino, además, marcada en las secuelas físicas que le dejó una golpiza que le propinó un estadounidense en el parqueadero a la salida de un bar en Wisconsin – crédito IStock
Alguien que te quiere golpear de esta manera, casi dejándote muerto, debe tener un problema psicológico. Esto es odio, algo de odio o racismo”, dijo Nieto.
Antes de este incidente, Diego vivía en Florida desde los 18 años, donde nunca había enfrentado situaciones similares. Su traslado a Wisconsin, donde trabajaba en una compañía fundidora de metales para autopartes, le ofrecía una nueva oportunidad, pero también se convirtió en el escenario de una tragedia personal.
Nieto recuerda que, tras la agresión, se encontró solo y confundido. “Yo estaba solo en ese momento. Cuando me di cuenta, el carro en el que el tipo estaba arrancó detrás de mí. Él iba con otra persona. Yo intenté escapar, pero al final perdí el conocimiento”, relató.
El ataque ha dejado a la familia Nieto en una situación crítica, no solo en términos de salud y bienestar emocional, sino también con respecto a las crecientes cuentas médicas. “Ahora estamos preocupados no solo por la recuperación de Diego, sino también por cómo vamos a manejar las cuentas médicas que ya están empezando a llegar”, dijo Pantoja.
Este caso no solo pone de relieve la violencia y el racismo que enfrentan muchos inmigrantes, sino que también subraya la necesidad urgente de abordar el odio y la intolerancia en la sociedad estadounidense.
La brutalidad del ataque y el historial del agresor llaman la atención sobre la importancia de combatir el racismo y apoyar a las víctimas de crímenes de odio.Ahora la preocupación de la familia no es solo lidiar con las secuelas físicas y psicológicas, sino, además, cumplir con las cuantiosas cuentas médicas que ya empiezan a llegar – crédito Rogelio V. Solís/AP Foto
La comunidad colombiana y otras comunidades latinas en Estados Unidos se han mostrado profundamente preocupadas por el incidente. Organizaciones y líderes locales han comenzado a manifestarse en apoyo a Nieto y su familia, pidiendo justicia y un mayor enfoque en la prevención de tales actos de violencia.
Mientras Diego Fernando Nieto inicia su largo proceso de recuperación, el apoyo y la solidaridad de su comunidad y del público en general serán cruciales. La historia de Nieto es un recordatorio doloroso de las luchas que enfrentan muchos inmigrantes en busca de una vida mejor y la necesidad de una mayor empatía y comprensión en la sociedad.
La familia Nieto espera que, a través de la visibilidad del caso y el respaldo de la comunidad, puedan encontrar algo de justicia y al menos comenzar a sanar las profundas heridas físicas y emocionales dejadas por este brutal acto de odio.
