El colegiado solicitó la presencia de los agentes porque peligraba la integridad de espectadores y jugadores
FARO DE VIGO.- La Policía Local de Vigo y la Policía Nacional se vieron obligados a intervenir esta tarde en un partido de fútbol de primera regional en Vigo ante los actos violentos de un pequeño grupo de aficionados del Tyde. Los hechos sucedieron este domingo en el encuentro que disputaban en el Monte da Mina el Racing de Castrelos, conjunto local, y el Tyde, equipo recién ascendido y con sede en Tui.
Acompañando a la formación tudense viajó hasta Castrelos un pequeño grupo de aficionados identificados con el nombre de «Indecencia Radical». Estas personas ocuparon un sector del graderío del campo, con una gran bandera del Tyde y otra de España con el escudo de la Legión. Según reflejó el árbitro en el acta, «durante todo el encuentro se produjeron numerosos cánticos desde la grada, la cual estaba ocupada por aficionados visitantes, claramente identificados. Estos cánticos fueron constantes a lo largo de todo el partido e incitaban a la violencia tanto contra los miembros del equipo arbitral como contra los jugadores y afición locales».
«¡Si no quieren violencia, que aprendan a arbitrar!», «¡árbitro valiente, valiente hijo de puta!» o «¡salta, salta, salta, pequeño canguro y a los de Castrelos que les den por el culo!» fueron algunos de los cánticos que el colegiado detalló en su acta. La actitud y la presencia de estos radicales tudenses asustó a la afición del Castelos que había acudido al Monte de la Mina a presenciar el encuentro. La situación se agravó en el inicio del segundo tiempo, cuando los hinchas del Tyde encendieron una bengala en la grada que provocó una intensa humareda.
Por este motivo y dado que estos aficionados se habían encaramado a las vallas y «viendo que podía peligrar la integridad física y la seguridad de los participantes en el partido», el árbitro solicitó al delegado del campo que llamase a la policía. Unos minutos después, aparecieron hasta seis dotaciones de la Policía Local y la Policía Nacional, que subieron al graderío para calmar los ánimos de los radicales del Tyde. Antes de irse, los agentes identificaron a dos personas del grupo de aficionados visitantes que habían causado problemas.
