REUTERS. EL MUNDO.- El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha anunciado este domingo una serie de nuevos impuestos y préstamos para las familias, como parte de los esfuerzos de su Gobierno para aumentar la tasa de natalidad mientras mantiene una línea dura contra la inmigración.
Orban, uno de los críticos más abiertos de la inmigración masiva a Europa desde Medio Próximo y Asia, también ha dicho que su Gobierno apunta a mantener el crecimiento económico un 2% por encima del promedio de la Unión Europea en los próximos años, a pesar de la desaceleración global esperada.
«Cada vez hay menos niños que nacen en Europa. Para Occidente, la respuesta (a ese desafío) es la inmigración. Por cada niño que no nazca debería haber uno que venga y así los números estarán bien», ha dicho en su discurso anual sobre el estado de la nación.
«Pero no necesitamos números. Necesitamos niños húngaros», ha proclamado Orban, anunciando al mismo tiempo un programa de beneficios de siete puntos para las familias y los recién casados.
Las nuevas medidas incluyen la expansión de un programa de préstamos para familias con al menos dos hijos, con el objetivo de ayudarles a comprar una vivienda, subsidios para la compra de automóviles y la exoneración del impuesto a la renta personal para mujeres que crían al menos cuatro hijos.
Las mujeres menores de 40 años que se casan por primera vez serán elegibles para un préstamo subsidiado de 36.000 dólares (31.758 euros), ha asegurado Orban. Una tercera parte de la deuda será perdonada cuando nazca un segundo hijo y se suspenderá del todo el préstamo después del tercer hijo.
«Esta es la respuesta para los húngaros, no para la inmigración», ha sentenciado el ‘premier’ húngaro.
