A pesar de que no suele formar parte de su rutina y carecen de máquinas para verificarlos, los vigilantes de un tren de Cercanías decidieron pedir la tarjeta de transporte al joven. Ante la negativa del chico, le agreden, insultan e incluso lo expulsan del tren. «Eres una puta mierda», le llega a gritar uno de los vigilantes. El joven finalmente mostró su abono de transporte, que sí llevaba consigo
DIANA FRESNO. ELDIARIO.ES.- El episodio ha tenido lugar este jueves por la mañana sobre las 11 y media en un tren de Cercanías de Madrid con dirección a Cercedilla. Como suele ocurrir muchos otros días, Renfe sufría retrasos en su servicio, por lo que los vagones iban algo más llenos de lo normal. En la estación de Atocha, según han podido confirmar varios testigos a eldiario.es, dos guardas de seguridad se han subido al tren y se han dirigido a un joven negro, que se encontraba sentado con un patinete eléctrico, y le han solicitado que les mostrase su billete. Antes de instar al chico a que demostrase que había pagado la tarifa correspondiente para poder viajar en el tren, no habían hablado con ninguna otra persona, a pesar de que el vagón estaba lleno.
La función de los vigilantes de Renfe en los trenes de Cercanías es garantizar la seguridad de los pasajeros y que no se dañen las instalaciones. Comprobar que las personas que se encuentran a bordo del tren han pagado su billete correspondiente, y en caso negativo, imponerles una multa, es responsabilidad de los revisores.
Ante la demanda, el joven se niega a mostrar el billete, ya que consideraba que los guardas no estaban autorizados a exigírselo. Ante su negativa, según ha informado un testigo, el guarda activó la palanca que detiene el tren en caso de emergencia. Tal y cómo se puede observar en el vídeo que otro de los pasajeros presentes ha facilitado a eldiario.es, la escena ha comenzado a causar una enorme tensión en el interior del vagón. Una señora, aparentemente de acuerdo con la actuación de los guardas de seguridad, insta al joven a enseñar el billete. «Si usted va de legal, no tiene miedo a nada. No hay ningún problema, señor», manifiesta.
«Pero es que ellos no están autorizados a pedirme el billete, señora», le responde el joven señalado por los vigilantes. «Estoy autorizado», contesta entonces tajante uno de los dos agentes. «Soy autoridad en Renfe, a pesar de ser de seguridad. Así que ahora acompáñeme fuera, por las buenas o por las malas. Como quiera», añade. Acto seguido, sin darle tiempo a responder, el guarda agarra al chico para intentar expulsarle del vagón a la fuerza. Varios pasajeros reaccionan ante la brutalidad inmediatamente, increpando a los dos vigilantes para impedírselo. «¿Pero qué hacen? Llamen al revisor, eso no», espeta uno de los pasajeros. Uno de los presentes se ha hecho eco de lo sucedido en Twitter.
En ese momento, uno de los usuarios, que no ha querido identificarse pero ha asegurado ser un agente de Policía fuera de servicio, ha salido a la defensa del joven, interponiéndose entre él y los dos guardas de seguridad, a los que ha asegurado que pondrá una denuncia en base a su actuación.
«Usted no debería haberme enganchado así. No se exceda de su trabajo y llame al revisor», le dice el joven al guarda de seguridad que le había agredido en ese momento al intentar expulsarlo. «Te estás excediendo tú. Estás deteniendo un tren con 300 personas por tu puta cabezonería», contesta éste.
En ese momento, el tren se encontraba detenido en la estación de Atocha con las puertas abiertas, por lo que han entrado otras dos parejas de vigilantes a modo de refuerzos. Estos se han puesto a dialogar con el joven y pedirle que saliese el tren.
En un momento dado, el chico, visiblemente enfadado por el trato recibido y los continuos comentarios por parte de uno de los agentes de seguridad, saca lo que parece ser un carnet de vigilante o de identidad, al tiempo que le dice: «Este carnet lo tienes tú también, así que sé perfectamente cuáles son tus funciones». Ese comentario enciende de manera definitiva al guarda, que comienza a gritarle que «es una puta mierda como compañero».
Algunos de los pasajeros comienzan a pedirle al joven que se baje del tren a petición de los guardas, para que puedan ir a trabajar, ya que el tren continúa parado. «Yo no me voy a bajar. Aquí está mi billete ¿Por qué me tengo que bajar? Si no he hecho nada», responde él, enseñando su abono de transportes. «Porque no podemos comprobarlo», contestan los guardas. Los vigilantes de Renfe no llevan consigo el aparato necesario para poder comprobar las nuevas tarjetas de transporte que se utilizan en el transporte público en Madrid, que son recargables.
Ante la tensión, el joven ha terminado gritando, según una de las testigos con las que ha hablado este diario, afectado por el trato recibido. Como consecuencia, un total de cuatro vigilantes de seguridad han sacado por la fuerza al joven ante su negativa de bajarse por no querer enseñar su billete de tren -que sí portaba consigo- a nadie más que a un revisor.
No obstante, no sólo le han expulsado del vagón, sino que han procedido a inmovilizarlo en pleno andén de la estación de Atocha ante la resistencia que oponía, como se puede ver en el vídeo que acompaña esta información. Uno de los vigilantes ha llegado a propinarle una patada, ante lo que muchos pasajeros presentes han comenzado a increparle. Otro chico que se encontraba en el andén, al ver la escena, ha intentado separar a los agentes de seguridad del joven.
Finalmente le han soltado, parcialmente debido al hecho que justo llegaba un agente de Policía vestido de paisano para intentar averiguar qué había ocurrido. El joven, ya calmado después de verse en el suelo con cuatro personas encima, se ha sentado con ayuda en uno de los bancos de la estación, completamente exhausto debido a la fuerza que ha tenido que utilizar para resistirse a los cuatro vigilantes. «¿Pero por qué me tengo que bajar del tren si no he hecho absolutamente nada?», preguntaba justo momentos antes de ser expulsado de un vagón de tren cuyo trayecto había pagado.
Un día después, Renfe ha emitido un comunicado en el que rechaza que existan «razones racistas» en la actuación de los agentes de seguridad, pero anuncian que han abierto un procedimiento de oficio para aclarar lo ocurrido.