En los tatuajes se observa a Odín rodeado de runas nórdicas que fueron usadas por las Juventudes Hitlerianas
PÚBLICO.- El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha vetado el acceso a la Guardia Civil a un hombre con tatuajes nazis. La decisión ratifica así la decisión que tomó el cuerpo de seguridad del Estado.
Esta sentencia asegura que los tatuajes defienden valores contrarios a la institución. En los grabados que provocaron la denuncia se observan a Odín rodeado de unas runas en las que se puede leer «Sig o Sowulo», «Leben o Algiz» y «Tiwaz o KampfRune», informa la Cadena Ser.
Su origen es nórdico, pero se popularizaron durante la primera mitad del s.XX, ya que aparecían en escudos y emblemas de las Juventudes Hitlerianas.
Los magistrados no dudaron en relacionar los tatuajes con ideología nazi: «Son inequívocos de la iconografía Skinhead como emanación de la ideología neonazi en sus facetas más despreciables de homofobia, racismo y antisemitismo», asegura el comunicado al que ha tenido acceso la Cadena Ser.
La Guardia Civil tiene una regulación sobre los tatuajes en los que claramente indica que no pueden ser visibles con el uniforme puesto, además de que no podrán tener ideología anticonstitucional: «Carecer de tatuajes que contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales, autoridades o virtudes militares, que supongan desdoro para el uniforme, que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de la Guardia Civil en cualquiera de sus formas, que reflejen motivos obscenos o inciten a discriminaciones de tipo sexual, racial, étnico o religioso», aseguran en su legislación.
El pasado julio el Ministerio de Defensa comunicó que cambiaría las normas de ingreso en las Fuerzas Armadas para impedir que las mujeres con tatuajes fueran discriminadas por razón del uniforme. Esta decisión se produjo tras la polémica del caso de Estela Martín, que Público denunció.