Rosa Mari López. MUGALARI
Hoy, con la serenidad que aporta el paso de las horas os voy a contar lo que pasó ayer con Elián, mi hijo de 15 años. Es negro. En un año, la policía ha parado a mi hijo 6 veces para pedirle la identificación y, en dos ocasiones ya, le han increpado preguntándole dónde había “robado” la primera vez, la bici que llevaba y, ayer, su móvil. Bueno os explico.
Ayer por la tarde, mi hijo fue a pasar la tarde con sus amigos a Tarragona ciudad. Tomaron el tren y cuando llegaron a la capita, en la estación había numorosos policías que se dedicaban a separar a los jóvenes de origen árabe, latino o raza negra de los blancos, sin dar explicaciones y de muy mala manera. Así que a él le tocó. Se los llevaban a la placita que en frente de la salida de la estación y allí los hacían poner cara a la pared después de hacerles quitar los abrigos y los zapatos.
A mi hijo le dijeron de muy malos modos que sacara todo lo que llevaba en los bolsillos, lo cachearon bien cacheado, le obligaron a que les hablase en español (nosotros somos catalanes y nuestra lengua es el catalán), le hicieron desbloquear su móvil, le hicieron marcar un número largo y se fueron con el móvil, todo esto en la calle con el niño en camiseta, de cara a la pared, con las manos cogidas a la espalda, sin poder hablar ni moverse, ni tan siquiera cuando les dijo que quería llamar a sus padres a lo cual contestaron que con los únicos que iba a hablar era con ellos.
No recuerda el largo tiempo que estuvo, él y muchos más en esa situación. Evidentemente, llegó a casa muy asustado, y diciendo, no podré salir de casa si no es con vosotros y “¡Vaya mierda de sociedad en la que vivimos!”Por eso os pido que si conocéis a alguien que haya hecho fotos, que sé que había gente haciéndolas, por favor que me las haga llegar porque ahora ya sí estamos hartos de esta situación por injusta, inhumana y fuera de todo derecho de libertad y expresión.
Queremos denunciarlo y necesitamos pruebas. Muchas gracias a todas y a todos por haber tenido la paciencia de leer y por vuestra ayuda que sé que la tendremos.
Ojalá a Euskal Herria no os lleguen estas situaciones porque te hace sentir fatal: ¿Qué mierda de sociedad hemos creado? No podemos admitirlo, llevo muchos años de lucha, cuando era joven contra el fascismo, luego buscando mejora el bienestar de este país, y ahora que estoy entrando en la tercera edad y lo que deseaba era tranquilidad me toca volver a la lucha otra vez porque lo que está pasando no tiene nombre
Gracias a MUGALARI porque estos hechos se han de conocer, no por lo que le pasó a mi hijo, por todos los demás también. Estamos como en Estado de sitio: cada vez que salen a la calle piensan que van a pararlos. Mi hijo y sus compas tienen entre 14 y 15 años. ¿Qué pasará cuando sea adulto? Estaba pasando una adolescencia muy tranquila, feliz y no me da la gana que esta gente se cargue su tranquilidad, le amargue la vida y se atemorice ante ellos.