Hubo 1.324 agresiones en 2015; la mayoría por racismo y xenofobia
ELENA MENGUAL. EL MUNDO.- Casi cuatro delitos de odio al día en España. Las Fuerzas de Seguridad detectaron el pasado año 1.324 casos, lo que supone un aumento del 13% respecto a 2014, si bien este incremento se debe a la incorporación de dos nuevas modalidades hasta ahora no contempladas: delitos por discriminación en razón de género y por ideología.
Del total de delitos, la mayoría (506, el 38,2%) fueron por racismo y xenofobia, lo que supone un aumento del 6,5% respecto a 2014. Le siguen los ataques por ideología (308, el 23,3%), si bien no puede calibrarse si ha habido variación respecto al año anterior porque en aquel balance no se incluía esta categoría. Sí pueden compararse los ataques a personas con discapacidad: 224, casi el 17%, lo que implica un incremento del 12,6%.
Se registraron 168 delitos por orientación sexual, lo que supondría una caída del 67% respecto a 2014, aunque ésta se debe a que en el anterior balance se incluían en esta tipología delitos en razón de género. Precisamente éstos supusieron el 1,8% del total. Continúan en aumento los delitos contra personas sin recursos (aporofobia): 15 en 2015, un 36% más que en 2014, si bien podrían ser muchos más, dado que este es el tipo de delito de odio que menos sale a la luz por las características y situación de sus víctimas. Por el contrario, los delitos por antisemitismo – (nueve , un 0,7% del total)- caen un 62,5%.
Fernández Díaz ha explicado que el aumento del 13% de los delitos se debe a un perfeccionamiento en la metodología y recogida de datos (que ha relacionado con una mejor formación de las fuerzas de seguridad), así como a la introducción de dos nuevos ámbitos: la discriminación por razón de género y la ideología. El balance definitivo verá la luz dentro de dos semanas.
Tipos de delitos
Por tipologías delictivas, se registraron 240 lesiones (18,1%), 205 amenazas(15,5%), 113 injurias (8,5%) y 88 actos racistas, xenófobos y de violencia en el deporte (8,5%). En 86 casos hubo daños (6,5%), y hay constancia de 58 delitos de abuso sexual, de 49 vejaciones de carácter leve, además de 38 delitos contra la Constitución.
En lo referente a víctimas, el 60% fueron hombres frente al 40% de mujeres, y más del 10% menores, un dato inferior al de años anteriores, algo que el ministro ha atribuido a las medidas tomadas en este ámbito. No obstante, ha destacado que en 2015 fueron detenidos por delitos de odio 60 menores, una cifra «que implica especial alerta, sobre todo a nivel educativo». Por tipología, los ataques por racismo y xenofobia y por ideología se dirigieron mayoritariamente a hombres: en el 77% de las ocasiones en el caso de la ideología, el 59% por racismo. También en los delitos por aporofobia la mayor parte de las víctimas fueron varones (69%).
El ministro en funciones ha pedido «tolerancia cero» ante estos delitos y ha recordado que «el Gobierno está en funciones, pero no así los delincuentes«, en referencia a las iniciativas previstas para 2016. Entre ellas están los proyectos de investigación, que incluirán una mejora en la recogida de los datos y en la gestión de esos delitos, así como un cuestionario de atención a las víctimas, con el objetivo de proporcionarles una mejor atención y de fomentar la denuncia. «Estamos en el principio del camino en nuestra lucha contra los delitos de odio, porque muchos no se denuncian, no llegan a conocerse«, ha resaltado el titular de Interior.
Fernández Díaz ha señalado que la presentación pública de los datos busca «poner de relieve la amenaza que sufren determinados colectivos vulnerables, concienciar a la sociedad en general y a los medios de comunicación en particular, adoptar una filosofía de tolerancia cero, y lo más importante, animar a las víctimas para que reúnan el valor y la fuerza necesaria para denunciar».
Además, ha subrayado las iniciativas puestas en marcha en este sentido, como el Protocolo de Actuación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para los Delitos de Odio aprobado en 2014, que ha sido actualizado por las reformas legislativas aprobadas en 2015. Una de ellas, la reforma del Código Penal, «ha mejorado la tipificación de las conductas que no estaban contempladas hasta el momento, como la comisión de estos delitos cuando se produzca a través de Internet«, ha afirmado el ministro.
Directamente relacionado con esto, ha destacado la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal «que ha creado la figura del agente encubierto informático, que faculta a los agentes a investigar la difusión en las redes sociales de mensajes ofensivos que incitan al odio y la violencia, o aquellas publicaciones en Internet que contengan contenidos que puedan constituir delitos de odio».
Hasta el 80% de los delitos podrían seguir ocultos
Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, una de las organizaciones del tercer sector que han asistido a la presentación, ha manifestado a EL MUNDO su satisfacción ante el «notable avance» registrado en los últimos tres años que coloca a España «en el número uno a nivel europeo en la lucha contra los delitos de odio». Subraya la mejora a la hora de establecer las categorías de delitos, si bien insiste en que «nos encontramos en una situación de infradenuncia con una cifra oculta del 80%». Según sus cálculos, los delitos de odio en España ascenderían a 4.000.
A petición de Ibarra, Fernández Díaz se ha comprometido a sentar las bases de un Plan Integral para delitos de odio similar al que se está aplicando en la trata de seres humanos y la violencia de género y, «en la medida que podamos, crear una oficina nacional para los delitos del odio», si bien «como gobierno en funciones, la capacidad legislativa es limitada». No obstante, se ha mostrado seguro de que «venga quien venga, es difícil que una iniciativa de estas características retroceda».
Por su parte, la FELGTB se ha felicitado de que este nuevo informe corrija «por fin» la recogida errónea de los dos anteriores (2013 y 2014), en los que el número de denuncias de víctimas de delitos de odio por razón de orientación e identidad sexual era mucho mayor y por causas diferentes a las que las organizaciones LGTB estaban recogiendo. «Según muestra el informe, este año se han contabilizado 168 agresiones e incidentes por esta causa, frente a las 523 de 2014. Este descenso no muestra realmente una disminución de los delitos, sino una forma diferente de catalogarlos»
Como en el caso de Ibarra, resaltan que hasta el 70% de los casos de odio por orientación sexual no son denunciados. «La cifra de agresiones, por tanto, si extrapolamos datos, superaría el medio millar. Es decir, aunque se está trabajando en la recogida de datos y en la aproximación de los cuerpos y fuerzas del estado a las víctimas, seguimos hablando de un colectivo bastante invisibilizado y expuesto a grave riesgo de sufrir violencia».
Trata de seres humanos
En la comparecencia, Fernández Díaz ha presentado también el avance de los datos relativos al tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual y laboral. El pasado año, las fuerzas de seguridad liberaron a 133 víctimas de trata con fines de explotación sexual y a otras 650 explotadas sexualmente. De ellas, 22 eran menores de edad. El perfil más habitual es el de una mujer de nacionalidad rumana (21% de los casos) con una edad entre 23 y 27 años y en situación de estancia regular. La actuación policial supuso la desarticulación de 42 organizaciones criminales y la detención de 471 personas, de nacionalidades rumana, española y nigeriana, principalmente.
Además, se realizaron 3.007 inspecciones administrativas de locales donde se ejerce la prostitución, durante las que se detectó a 13.879 personas en riesgo de ser víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Los clubes de alterne, con más del 74% de las inspecciones, son los lugares con mayor número de personas en situación de riesgo detectadas.
En cuanto a la trata de personas con fines de explotación laboral, en 2015 fueron detenidas 346 personas. De ellos, 79 lo fueron por trata de seres humanos laboral; la mayoría de los arrestados eran hombres procedentes de Rumanía, pakistán, Lituania y España. Los 267 restantes fueron detenidos por explotación laboral; la mayoría son españoles, seguidos de rumanos y paquistaníes. En cuanto a las víctimas, fueron liberadas 810 personas, de las que 134 estaban sufriendo trata (la mayoría procedentes de Portugal) y 676 estaban siendo explotadas laboralmente.
En cuanto a la actividad preventiva, el año pasado se llevaron a cabo 4.312 inspecciones contra la trata con fines de explotación laboral, en las que 10.835 personas fueron detectadas en una situación de riesgo, en un 28% de los casos, en el sector agrícola. Se levantaron 187 atestados policiales, se desarticularon 15 organizaciones criminales.
El perfil más habitual de víctima de trata para explotación laboral es el de un hombre de 38-42 años y nacionalidad portuguesa en situación regular. El perfil del explotado laboralmente (sin que medie trata) es sin embargo el de una mujer de entre 28 y 32 años y nacionalidad rumana, también en situación de estancia regular. En el caso de la trata con fines de explotación sexual, hablamos de una mujer rumana (21%)de entre 23 y 27 años y también en situación regular.
Durante su intervención, el ministro ha destacado las iniciativas adoptadas durante la Legislatura para mejorar la lucha contra la trata, poniendo el acento, por un lado, en los «esfuerzos» en formación de agentes y por otro, en medidas como el Plan Integral con vigencia hasta 2018 o el Estatuto de la Víctima, la reforma del Código Penal y el Registro de Delincuentes Sexuales. Ha señalado que el Gobierno y las Fuerzas de Seguridad se encuentran especialmente «sensibilizados» con las víctimas de trata en todas sus modalidades que «permanecen invisibles y ocultas a gran parte de la sociedad».