Uno de cada cinco niños ha sido testigo de violencia machista contra su madre

| 1 octubre, 2020

El 77 % de los hijos de maltratadas ha sido víctima de agresiones de su padre o de la pareja o ex pareja de ella.

AGENCIAS. EL MUNDO.- Uno de cada cinco menores españoles, el 19,3 %, ha estado expuesto en repetidas ocasiones a situaciones de violencia de género contra su madre y, de ellos, el 77 % ha sido víctima de la violencia directa de su padre o de la pareja o ex pareja de su madre.

Son datos del estudio «Menores y Violencia de Género», elaborado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género a partir de entrevistas a 10.465 menores de 14 a 18 años y 3.045 docentes.

El 14,3 % de los chicos indica tener conocimiento de situaciones en las que su madre ha padecido violencia psicológica en su relación de pareja, en forma de insultos, ridiculizaciones y miedo; un 8,5 % relata situaciones de control abusivo contra su progenitora; y el 7,7 % ha sido testigo de agresiones físicas.

«La exposición de los menores a la violencia de género contra su madre es más frecuente de lo que suele suponerse» y constituye una forma específica de maltrato infantil, alerta el estudio.

Para determinar el tipo de violencia que han presenciado, se les ha preguntado «¿Has conocido que tu madre viviera en la relación de pareja con un hombre las situaciones que se mencionan a continuación?», seguida de una docena de conductas violentas como si la ha insultado, aislado de sus amistades, si le ha hecho sentir miedo, si la controla a través del móvil, si la amenaza o la ha agredido físicamente, entre otras.

INSULTOS, MIEDO Y CONTROL

El porcentaje total de adolescentes que respondió haber conocido alguna o varias de dichas situaciones a veces o con más frecuencia es del 24,7%, ha señalado Rosell. En cuanto a las situación, la más habitual (un 14,3%) presenciada por los menores son las de violencia psicológica, es decir, «insultar o ridiculizar» y «hacer sentir miedo»; mientras que en un segundo nivel se sitúa la prevalencia de situaciones que deterioran de una forma especial la autoestima, como «decirle que no vale nada» (un 8,7%) o realizar un control abusivo de su comportamiento (8,5%). Le siguen el aislamiento (7,7%), la agresión física (7,1%), las «presiones para actividades de carácter sexual en las que ella no quería participar» (2,5%) y el control a través de Internet y las redes (1,5%).

Los jóvenes encuestados también han respondido sobre quién ejerció la violencia de género contra la madre en el caso de haberla vivido, una respuesta que en el 70% de los casos ha sido su padre; mientras que el 24,6% segura que la había realizado otro hombre. El 5,4%, por su parte, respondió que la violencia había sido ejercida por su padre y también por otro hombre.

Pero para la directora del trabajo, el dato «más importante» de este estudio es que, según sus datos, la gran mayoría de jóvenes que han presenciado o vivido esta lacra en sus diferentes niveles, no reproducen o sufren violencia en sus relaciones personales. Así, un 76,2% de las jóvenes que han presenciado violencia contra sus madres de grado medio (psicológica o deterioro de la autoestima),y el 67,1% de las que presenciaron violencia grave, no son víctimas de estas situaciones en sus relaciones; mientras que un 31,7% de los chicos que vivieron violencia media en sus hogares y un 35% de los que presenciaron violencia grave, no la ejercen.

«La inmensa mayoría de los menores expuestos a las violencias logran salir del ciclo», ha apuntado Díaz-Aguado, quien ha señalado que se trata de un dato «esperanzador» y que se ha de utilizar «en prensa y televisión» para lanzar la idea de que de la violencia «se sale» y no es una situación que estén «condenados fatalmente a reproducir». También advierte de que este mensaje debe ser un «mandato educativo» para que las nuevas generaciones no repitan «errores el pasado».

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