EFE.- Unificar criterios, dar voz a las víctimas y lograr que las instituciones se involucren en la lucha contra los delitos de odio puede contribuir a reducir su preocupante aumento en la UE, según las conclusiones del primer encuentro «Conversaciones CoFoE», un proyecto de la Agencia EFE para trasladar el debate sobre el futuro de Europa a todas las regiones españolas.
En «El futuro de Europa ante los delitos de odio, ¿una amenaza para la democracia?», celebrado en Casa del Libro de Vitoria, han participado la eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundua, la abogada Marta Buesa y Javier Larequi, portavoz de la asociación juvenil Equipo Europa.
El libro «Cartografía del odio», fruto de una investigación de dos años liderada por Pagaza y centrada en analizar los delitos de odio en seis países de la UE (España, Alemania, Francia, Italia, Hungría y Polonia) ha servido de base para abordar cómo frenar el aumento que han experimentado en los últimos años dentro y fuera de internet.
«Lo que atacan los fanáticos es la tolerancia (…) Eso lo vemos: lamentablemente, está creciendo en Europa, se está naturalizando el insulto o la descalificación de las ideas de los demás (…) Se naturaliza en las redes pero termina en las calles», ha alertado la eurodiputada.
La vicepresidenta de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo ha recordado que en lugares como Alemania del Este, Hungría o Polonia, donde tras la Segunda Guerra Mundial «no se hizo un trabajo de deslegitimización de la violencia», ahora mismo hay «surgimientos y brotes de dinámicas de intolerancia política», así como «un riesgo enorme de que se configuren grupos terroristas de extrema derecha».
A juicio de Buesa, hija del dirigente socialista Fernando Buesa, asesinado por la banda terrorista ETA, antes de la actuación violenta de alguien «siempre hay un discurso detrás que lo sustenta, que lo va alimentando».
Es fundamental la «educación en valores» para frenar esos discursos de odio, «pero educadores somos todos y nuestros educadores también son los políticos», ha reflexionado Buesa al respecto.
En la misma línea, Larequi ha urgido a «evitar que en la política haya ese discurso de odio porque eso es lo que al final legitima que determinados individuos se sientan valientes como para atacar» a quienes piensan distinto.
Larequi ha destacado que la UE «precisamente se fundamenta» en la defensa de los derechos humanos y de la dignidad humana, así que «no hay nada más europeísta» que luchar contra el discurso del odio.
La Comisión Europea (CE) propuso en diciembre pasado ampliar la lista de delitos de incitación al odio y los motivados por el odio, ya que considera necesaria “una acción común de la UE” para hacer frente a este fenómeno.
No existe actualmente ninguna base jurídica para tipificar como delito la incitación al odio y los delitos motivados por el odio en el ámbito de la Unión.
Es importante lograr que el delito de odio tenga carácter «europeo» y para ello «vamos a intentar que todos los Estados miembros» lo caractericen «de la misma manera», ha detallado Pagazaurtundua.
«Visibilizar» este tipo de delitos es clave, según Buesa, y si ese esfuerzo «viene de la UE mejor también», porque «parece que se toma mucho mejor lo que viene de la UE que lo que viene del Gobierno» al generar una especie de «paraguas de universalidad».
Por su parte, Larequi ha abogado por promover que los medios de comunicación y las instituciones, «también las europeas», den voz a las víctimas, dado que «es positivo que haya víctimas valientes que cuenten su experiencia (…), sobre todo para reducir el espacio a los intolerantes».
Los delitos de motivación social «cambian por circunstancias de la sociedad», como se vio en la primera etapa de la pandemia con ataques a la comunidad china, «y no puede ser que el catálogo esté cerrado (…), hay que estar abierto a ver cuál es el fondo, la sustancia, para poder ser justos», ha concluido Pagaza.
Las conclusiones de este debate se trasladarán a la plataforma digital multilingüe de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE), una iniciativa que aglutina a 108 eurodiputados, 108 parlamentarios nacionales y 800 ciudadanos de toda la UE para reflexionar, discutir y presentar ideas sobre el devenir del bloque comunitario. EFE
(Esta nota forma parte de la serie «CoFoE, más cerca de tu región», #TheFutureIsYours, #ElFuturoEsTuyo, un proyecto de la Agencia Efe financiado con el apoyo del Parlamento Europeo. La información es responsabilidad exclusiva de su autor. El Parlamento no es responsable de la utilización que pueda hacerse de ella)