Cuatro meses después de que España aprobara el matrimonio igualitario, Iñaki sufrió una agresión homófoba en Salamanca. Es la otra cara de la moneda, la de los homosexuales que todavía hoy son víctimas del odio y la intolerancia que se pasea por las calles
MARISOL ROJAS. CADENA SER.- «¿Por aquí hay muchos bujarras?». Así se presentaron los agresores de Iñaki. Estaba en un parque con un chico, cuando aparecieron «dos energúmenos». Entendió desde el primer momento que iba a ser víctima de una agresión, pero cuando los golpes terminaron le dolieron más las palabras del agente de policía que le atendió. Cuando Iñaki explicó que le habían pegado «por ser gay», la respuesta fue: «No te habrán pegado por eso».
No se encontraron a los responsables, pero Iñaki no sólo ha sido víctima de violencia física: «Un día iba de la mano con un chico y empezaron a insultarnos«. El miedo le acompaña, pero se esfuerza y se fuerza a no sentirlo: «Siempre estás con miedo. Eso no se puede negar, pero si no luchas contra esos miedos, terminas viviendo en una cárcel».
Según los datos del Ministerio de Interior, en 2014 se registraron 513 incidentes por delitos de odio, un 13% más que el año anterior. Es un dato revelador que para él es la prueba de que las víctimas ya no callan: «Antes la gente se lo tragaba y se iba a su casa humillada».
