La víctima, de 52 años, fue agredida al volver del trabajo, a unos metros de su portal, por un individuo que huyó en un coche
JUAN CANO. DIARIO SUR.- Está a punto de perder el ojo izquierdo y todavía tiene que ser operada –por segunda vez– de la fractura que le ocasionó la agresión en la cara. Una mujer permanece ingresada en el Hospital Civil tras ser atacada por un encapuchado cuando llegaba a casa.
El suceso ocurrió el pasado lunes, Día de la Hispanidad, en la zona de Teatinos, en Málaga capital. La víctima, que tiene 52 años, salió de trabajar a las 21.45 horas de un bazar chino propiedad de su familia y se dirigió en bicicleta a su domicilio, donde convive con su hija y su yerno.
La agresión tuvo lugar a las 22.10 horas. Cuando sólo le faltaban unos metros para llegar al portal, un encapuchado salió de detrás de un coche y le propinó un golpe en la cara con un objeto contundente que nadie acertó a ver. A la víctima le pareció que se trataba de una piedra.
Los gritos de la mujer alertaron a un grupo de vecinos que charlaban en el portal. Algunos de ellos llegaron a ver cómo el encapuchado, al advertir que había más gente en la calle, emprendía la huida. Se montó en el asiento del copiloto, por lo que se cree que iba acompañado de otra persona que iba al volante. Se dieron a la fuga en un coche «de color claro» en dirección al Hospital Clínico, según testigos.
La víctima continuó pedaleando como pudo hasta el portal, donde fue auxiliada por los vecinos. «Empezó a sangrar mucho. La apoyamos contra la pared y le pusimos un pañuelo en el ojo», cuenta una mujer que reside en el mismo edificio. «Fueron a por ella», añade.
La víctima pidió un teléfono móvil para avisar a su familia. Entre tanto, una vecina llamó a la policía y otra al servicio de emergencias sanitarias 061, que envió al lugar una ambulancia para evacuarla. Fue trasladada al Hospital Clínico, de ahí pasó a Carlos Haya y, finalmente, se encuentra ingresada en el Civil para ser tratada por especialistas en oftalmología. Según las fuentes consultadas, está en grave riesgo de perder el ojo izquierdo.
El móvil de la agresión, que investiga el Cuerpo Nacional de Policía, es aún una incógnita. La hipótesis del robo parece descartada, ya que la mujer llevaba su bolso colgado del hombro y el encapuchado ni siquiera intentó quitárselo. Los vecinos y la propia familia de la víctima, que aseguran no encontrar explicación a lo sucedido, especulan con un ataque racista, aunque no descartan otras posibilidades. «Es una persona muy pacífica que nunca discute con nadie. Está muy asustada, cree que querían matarla», explica un familiar.
