El movimiento LGTBI de Galicia denuncia que la fallecida fue víctima de acoso en su entorno escolar y que se miró «para otro lado»
NATALIA PUGA. EL MUNDO.- Los colectivos LGTBI gallegos han denunciado este lunes el caso de una menor de la localidad coruñesa de Rois que se suicidó tras ser víctima de un acoso escolar reiterado derivado de su orientación sexual, como persona bisexual. La joven, N. A. B., se quitó la vida porque, según estas asociaciones, «no pudo soportar tanto odio».
La joven había sufrido acoso en el entorno escolar en dos centros educativos diferentes y a través de las redes social y cayó en una depresión, hasta que finalmente, el pasado 1 de octubre, se suicidó. Según ha trascendido este lunes, ya había intentado quitarse la vida en anteriores ocasiones sin conseguirlo.
Dada la condición de menor de la fallecida no han trascendido muchos detalles sobre lo ocurrido, pero sí ha salido a la luz que estudió en dos centros de las localidades de Rois y Bertamiráns, ambas en los alrededores de Santiago de Compostela.
Además, el movimiento LGTBI gallego sí ha querido sacar a la luz su caso y, en un comunicado conjunto, denuncian que «todas y cada una de las personas que la odiaban por ser bisexual, y que se lo demostraron, son sus asesinas» y la falta de apoyo que ha tenido la joven, así como la forma en la que la han señalado y la influencia que pudo tener el lugar en el que vivía, «una localidad pequeña» en la reacción social hacia su orientación sexual.
LOS «CÓMPLICES DE SU ASESINATO»
Los colectivos denunciantes acusan a las personas que «miraron para otro lado» cuando era agredida, ya fuese «por miedo o por indiferencia», y sostienen que hubo personas con capacidad para actuar que sabían lo que estaba sufriendo esta adolescente, pero que «no se posicionaron ni se implicaron lo suficiente». Para el movimiento LGTBI, todos ellos son «cómplices de su asesinato».
De momento, no ha trascendido si existe algún tipo de información oficial sobre lo ocurrido a nivel policial o educativo. Al respecto, La Voz de Galicia cita a fuentes familiares y señala que su entorno pide llevar su pena con dignidad y «ya habrá tiempo para aclarar los acontecimientos y, si hubiera lugar, las responsabilidades» a través de los procedimientos legalmente establecidos».
Su familia ha pedido este lunes «respeto a nuestro derecho a la intimidad personal y familiar» y también que no se realicen ni publiquen juicios de valor que «pueden ser gravemente ofensivos e injustos», especialmente cuando la joven era menor de corta edad. Piden implicación social para que su «tragedia familiar» no se convierta en un espectáculo.
Los colectivos denunciantes son las asociaciones Agrocuir da Ulloa, Alas A Coruña, Amizando, Arelas, Avante LGBT, Chrysallis Galicia, Gotas, LesCoruña, Nós Mesmas, Rede Educativa de Apoio LGTB de Galicia, Sete Outeiros y Sex Point.