AFP. EL ECONOMISTA.- La final de una competición de fútbol aficionado en Inglaterra fue detenida a doce minutos del final el miércoles después de presuntos gritos racistas desde el público.
La ‘Saturday Vase Final’, disputada entre FC Wymeswold y Cosby United, a la que asistían unas 200 personas, está siendo investigada por la federación del condado de Leicestershire and Rutland, que afirmó que tomará «las necesarias acciones disciplinarias».
Linford Harris, el jugador del Wymeswold contra el que presuntamente se profirieron insultos racistas, tuiteó: «Siento ser testigo y sufrir un racismo así en este momento y en esta época. Gracias a todos por el apoyo».
«Mi aprecio a todos los que están conmigo. SOMOS TODOS IGUALES. #DiNoAlRacismo».