Itongadol.- En una exhibición antisemita en la ciudad rural de Pruchnik, en el sudeste de Polonia, los residentes colgaron y quemaron un muñeco marcado con estereotipos judíos y un cartel que dice «Judas 2023».
La ejecución se llevó a cabo en la horca, y el «cadáver» fue paseado por las calles mientras niños y adultos lo golpeaban con palos, asestándole 30 golpes.
La ceremonia terminó con la quema de la efigie por parte de los vecinos.
El incidente provocó la condena mundial, lo que llevó al municipio de Pruchnik a anunciar el fin de la tradición. Sin embargo, la semana pasada, unos desconocidos colgaron la misma efigie en las afueras de la ciudad y la prendieron fuego.
Las autoridades municipales tuvieron que intervenir retirando el muñeco de la zona.
En respuesta, Meir Bolka, presidente de la organización para la conservación del patrimonio judío en Europa del Este llamada J-nerations e investigador del Instituto de Investigación del Holocausto de la Universidad Bar-Ilan, expresó que se siente como un disco rayado, que repite el mismo mensaje una y otra vez.
Bolka cree que el acontecimiento no debería avergonzar al pueblo judío, sino a los polacos. El investigador argumentó que existe una laguna crítica en el plan de estudios polaco, y que es de dominio público que los judíos no mataron a Jesús.
Bolka subrayó la importancia de enseñar y repetir este hecho para evitar que los niños polacos aprendan una versión incorrecta de su historia.
«La repetición de incidentes antisemitas como éste, sólo unas semanas después de que los gobiernos de Polonia e Israel firmaran un acuerdo para normalizar las relaciones y restablecer los viajes de jóvenes a Polonia, es profundamente preocupante», aseguró.
«Es evidente que el gobierno polaco no abordó las raíces de este odio hacia los judíos. Aunque el gobierno polaco espera que los estudiantes israelíes aprendan sobre el sufrimiento del pueblo polaco durante el Holocausto, también deben enseñar que los judíos, incluidos los que visitan Polonia disfrazados de judíos jasídicos, no son responsables de la muerte de Jesús. Aunque dudo en predecir el futuro, es evidente que este asunto requiere una seria atención y una respuesta significativa por parte del gobierno polaco», concluyó Bolka,
Una situación casi idéntica había ocurrido en la misma ciudad en 2019, cuando se organizó una ceremonia antisemita en la que quemaron una efigie marcada con estereotipos judíos.