La Razón.- El proceso independentista sigue siendo percibido por la sociedad catalana como el tema más polarizador y divisor, si bien las relaciones entre Cataluña y España es una de las cuestiones que menos preocupa, muy por debajo de la corrupción y la delincuencia, y el 55% cree que la seguridad empeoró en Cataluña el último año.
Estos son algunos de los datos que se desprenden de la encuesta realizada por el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP) entre los días 12 y 21 de julio de este año a 2.055 personas mayores de edad, y que sus responsables han presentado este martes en una rueda de prensa.
El ICIP desglosó las preguntas de esta encuesta poblacional en cuatro grandes bloques: la convivencia, la confianza, la polarización y la seguridad.
De acuerdo con esta encuesta, el proceso independentista sigue siendo el tema que genera más división entre la sociedad catalana, si bien en un porcentaje ligeramente inferior al sondeo de 2022: En este 2023, en una escala del 0 al 10, los ciudadanos puntúan en el 6,8 el «conflicto político» como la cuestión que genera más «polarización ideológica», mientras que el año pasado la cifra se situó por encima de 7, en el 7,1.
Por detrás del proceso independentista, el segundo tema más polarizador es la lengua de uso habitual seguido de la inmigración. Este dato contrasta con el hecho de que para los encuestados las relaciones entre Cataluña y España es el tema que menos preocupa de entre todas las cuestiones por las que fueron preguntados, en concreto, es motivo de preocupación para el 55,7% de la población.
Para el ICIP, este resultado indica que la sociedad catalana muestra síntomas de una mejor convivencia con la «discrepancia». Con todo, una de cada cinco personas sintió miedo a la hora de expresar sus opiniones y una de cada cuatro de participar en una manifestación en los últimos dos años.
Encabezan el listado de temas que más preocupan a los catalanes la corrupción, en el 83,1% de los encuestados, la delincuencia, el 79,7%, la crisis económica y financiera, el 79,1%, el cambio climático, el 76,4%, las condiciones de trabajo, el 73%, el acceso a bienes y servicios de primera necesidad, el 70,7%, el machismo, el 70,4%, el aumento de la extrema derecha, el 67,2%, el terrorismo, el 63,1%, el racismo, el 61,8%, y por último las relaciones entre Cataluña y España.
En el apartado de la seguridad, el 28% cree que la seguridad en su barrio ha empeorado en el último año, una cifra que asciende al 55% si se les pregunta por todo el territorio catalán.
Uno de los datos que más preocupa al ICIP es que en el ámbito de la seguridad personal, un 18% considera que pertenece a un colectivo discriminado, sobre todo, por razón de género, seguido del uso de la lengua y de la identidad nacional, del lugar de origen y de la orientación sexual, entre otros.
En cuanto a las políticas de seguridad pública, los ciudadanos se decantan por las medidas educativas y formativas, excepto en los casos de corrupción, delincuencia y terrorismo, en los que se muestran partidarios de un endurecimiento de las penas de prisión, así como de un incremento policial para hacer frente a aquellos dos últimos delitos.
También, en el marco de la seguridad pública y en el contexto actual de conflictos armados en Ucrania y en Gaza, el 70% de los ciudadanos consideran que las guerras son evitables y valoran negativamente que España exporte armas a otros países, con una nota media de 3,5 sobre 10.
En el apartado de la convivencia, la ciudadanía se muestra en general muy poco tolerante con las diversas violencias cotidianas que se dan en el ámbito laboral, familiar o de ocio, pero el ICIP advierte de que se sigue viendo con buenos ojos por una parte de los encuestados el dar un bofetón a un hijo cuando se porta mal: una de cada cinco personas ve adecuada esta acción.
En cuanto a la confianza en las instituciones, esta sigue siendo baja y se sitúa por debajo de la media europea: El grado de confianza en las instituciones no llega al aprobado.
