Una docena de detenidos por la reyerta de ultras programada la noche antes del derbi Betis-Sevilla.

| 21 diciembre, 2022


ABC.- La Policía advierte del aumento de la violencia de estos grupos radicales en Sevilla
Entre los implicados hay un aficionado del Córdoba C.F.

La Policía Nacional ha practicado doce detenciones en relación a la reyerta «programada» por ultras del Sevilla y el Betis el pasado 5 de noviembre, víspera del último derbi ligero entre ambos equipos.

La Policía ha informado este miércoles de los detalles de la operación en una rueda de prensa donde ha mostrado parte del arsenal de palos, martillos, piedras, bates y tubos de hierro entre otros objetos empleados en la pelea. El pasado mes de noviembre se conocía que los radicales se habían citado en el Parque Guadaíra para pegarse. La batalla campal fue parcialmente neutraliza por agentes de Seguridad Ciudadana que detectaron a varios de los participantes en las inmediaciones del estadio Benito Villamarín portando palos. Al tratar de identificarlos, salieron huyendo arrojando las armas que llevaban consigo.

A pesar de esa primera intervención policial, los radicales mantuvieron la cita y acabaron enfrentándose en el Parque Guadaíra. La pelea dejó al menos cuatro heridos. A partir de ese momento se abrió una investigación por parte de la Brigada de Información que daba sus frutos el pasado 15 de diciembre con la detención de doce personas y la citación en calidad de investigada de otra más. En total, trece implicados.

Una de las detenciones se practicó en Córdoba y el resto en Sevilla. El aficionado cordobés está vinculado a las Brigadas Blanquiverdes del Córdoba Club de Fútbol. El resto de detenidos pertenecen a los Biris -ultras del Sevilla F.C. y a los Supporters Sur y United Family, del Real Betis. Según ha detallado la inspectora jefa, Manuel Arroya, los implicados tienen edades comprendidas entre los 18 y los 30 años y son todos hombres. Algunos de ellos son miembros de peso de los grupos radicales investigados. Tras pasar a disposición judicial están en estos momentos en libertad con cargos.

Todo en libertad con cargos


«En estos grupos impera la ley del silencio», ha señalado la inspectora jefa Arroyo, quien sin entrar en detalles sobre cómo han llevado a cabo las pesquisas ha explicado las dificultades que han tenido para identificar a los implicados quienes tanto en sede policial como judicial se acogieron a su derecho a no declarar.

La Policía Nacional ha detectado un aumento de la violencia en este tipo de grupos ultras vinculados al fútbol en Sevilla. Desde 2018 han llevado a cabo 18 operaciones de estas características, algunas de ellas tenían en la diana a aficionados extranjeros que acompañaban a sus equipos y se citaban en la capital hispalense para pegarse. Los investigadores han constatado también cómo se mezclan ultras de otras aficiones «por una simple cuestión ideológica», ha subrayado la inspectora jefa.

Así, aquellos ultras que se posicionan en la extrema derecha se unen a otros radicales afines para enfrentarse a los que se consideran de extrema izquierda. Es lo que explicaría que un aficionado radical del Córdoba estuviera metido en noviembre en mitad de una batalla campal entre béticos y sevillistas. En el caso de las Brigadas Blanquiverdes la afinidad es con los Supporters Sur.

La Brigada de Información ha llevado a cabo 19 operaciones desde 2018 contra grupos de aficionados radicales

En esa radicalización de los grupos ultras y un incremento de la violencia en Sevilla, la Policía también ha comprobado cómo estos aficionados son cada vez más jóvenes. La radiografía social de estos hinchas sería el de un joven de entre 18 y 19 años, de familias desestructuradas y que buscan en el grupo ultra su entorno familiar. Además, subrayan desde la Policía, son cada vez más violentos.

En la batalla campal del día antes del derbi participaron unos 200 aficionados. Las llamadas de los vecinos pusieron en alerta rápidamente a la Policía que nada más presentarse en el Parque Guadaíra propició que los hinchas salieran huyendo. La situación fue de altísima tensión, como han admitido este miércoles en la rueda de prensa los responsables policiales; tanto, que en el club Pineda se vieron obligados a cerrar las puertas y dejar a sus socios dentro mientras se disolvía la reyerta. «Ése es otro de los grandes riesgos de estas quedadas, que acabe teniendo víctimas colaterales», apuntan desde la Policía.

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