La protagonista ha sido Ilhan Omar, uno de los miembros destacados de la nueva camada de jóvenes demócratas de izquierdas que dejaron las elecciones legislativas del pasado noviembre
JAVIER ANSORENA. ABC.- El partido demócrata estaba acostumbrado a condenar ataques o actitudes antisemitas desde el otro lado del espectro político: rechazó el silencio de Donald Trump ante el apoyo que recibió de grupos o líderes supremacistas blancos, criticó el uso de propaganda antisemita contra Hillary Clinton en las elecciones y atacó la tibieza del presidente de EE.UU. tras los disturbios de Charlottesville de 2017, protagonizados por grupos de corte neonazi. Ahora ha tenido que reaccionar ante mensajes con ese tono salidos de entre sus propias filas.
La protagonista ha sido Ilhan Omar, uno de los miembros destacados de la nueva camada de jóvenes demócratas de izquierdas que dejaron las elecciones legislativas del pasado noviembre. Junto a Rashida Tlaib, son las dos primeras mujeres musulmanas en conseguir un escaño en el Congreso de EE.UU. Ambas han criticado abiertamente al Gobierno de Israel y han apoyado la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el país, en apoyo al pueblo palestino. Esas posiciones las han convertido en objetivo de ataques del partido republicano y de recelo por parte de algunos sectores demócratas.
Omar ha ido ahora un poco más allá con comentarios de tono antisemita que han causado revuelo en ambas bancadas. En dos mensajes de Twitter, Omar deslizó que el apoyo de la clase política estadounidense a Israel es por dinero. En una respuesta a un mensaje de un periodista que criticaba los ataques del partido republicano a Omar y Tlaib, la primera respondió con un ‘It’s all about the Benjamins baby’, una frase de una canción de rap de los años noventa que significa ‘Es todo por los Benjamins’, algo así como ‘Es todo por el dinero’ (‘Benjamin’ se refiere a Benjamin Franklin, cuyo rostro aparece en los billetes de cien dólares).
No se cortó poco después, cuando alguien en la misma red social le preguntó que quién pagaba a esos políticos para estar a favor de Israel. «¡AIPAC!», respondió en una sola palabra, en referencia al Comité Americano de Asuntos Públicos de Israel, un lobby influyente pro-israelí.
La reacción fue furibunda dentro y fuera de su partido. El demócrata Eliot Engel, que preside el comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, en el que participa Omar, aseguró estar «conmocionado» porque un colega de bancada «invoque el antemita del ‘dinero judío’». Jerry Nadler, que preside el comité de Justicia de la misma cámara, calificó los mensajes de Omar como «profundamente dolorosos y ofensivos». El líder republicano en la cámara baja, Kevin McCarthy, aprovechó para exigir medidas disciplinarias «esta misma semana».
El asunto llegó a las instancias más altas del partido. Nancy Pelosi, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, firmó un comunicado de condena a los mensajes de Omar, al que se unieron los otros líderes del partido, como Steny Hoyer y Jim Clyburn. «El uso por parte de la diputada Omar de referencias antisemitas y acusaciones prejuiciosas contra quienes apoyan a Israel es profundamente ofensiva», aseguraron, y exigieron una disculpa «inmediata».
La disculpa no tardó. Omar envió un comunicado en el que ofrecía su «disculpa inequívoca» y se declaró «agradecida» por los «aliados y colegas que me están enseñando sobre la dolorosa historia de las referencias antisemitas». Sin embargo, aprovechó el comunicado para «reafirmar el papel problemático de los lobistas en nuestra política, sea AIPAC, la NRA o la industria de los combustibles fósiles».
No es la primera vez que Omar tiene problemas con sus declaraciones sobre Israel. El mes pasado, reconoció que en 2012 hizo otra referencia antisemita cuando dijo que «Israel ha hipnotizado al mundo, ojalá Alá despierte a la gente y les ayude a ver los actos malvados de Israel». En un principio dijo que no sabía por qué los judíos estadounidenses podrían sentirse ofendidos. Después, pidió disculpas.