JUAN PECES. EL PAÍS.- Una semana después de que Amnistía Internacional denunciara la pasividad de Francia y de otros países europeos ante los abusos cometidos contra los gitanos, el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ha tenido que rectificar una circular interna de la policía de París en la que se llamaba a verificar la presencia de gitanos en las calles del lujoso Distrito VI de París y a “expulsarlos sistemáticamente”.
La nota, divulgada por el diario Le Parisien, indica que, “de conformidad con las instrucciones recibidas de la Comisaría Central, se procederá a localizar, a partir de ahora y hasta nueva orden, y en el conjunto del Distrito VI, a las familias rom [de origen gitano] que vivan en la calle, y a expulsarlas sistemáticamente”. También se pide a los agentes “que examinen los lugares donde haya presencia de roms en la vía pública y precisen quiénes se dan a la mendicidad con o sin niños, con o sin animales y las zonas de okupas [en un espacio público o privado] nocturno”.
Interior rectificó parcialmente la orden en un comunicado en el que “se recuerda el principio de que no se puede efectuar ningún control policial selectivo de una persona en función de su nacionalidad real o supuesta”. Cazeneuve enmarca, no obstante, la citada instrucción policial “en la lucha contra la mendicidad ilegal y la explotación de menores”. También afirma que se trata de “evitar que familias con niños de corta edad duerman en la calle”.
El director de gabinete de la Prefectura de París, Laurent Nunez, aseguró que “frente al aumento de familias que duermen en la calle” se “toman medidas y se proponen soluciones de alojamiento urgente», según Le Parisien. Ello se hace, afirmó Nunez, “dentro del marco legal y sin que haya estigmatización de las poblaciones afectadas”. El diario recoge también las declaraciones del concejal del Distrito VI, Jean-Pierre Lecoq, quien dice no estar escandalizado por la circular “sino por el hecho de que haya familias rom en las calles con niños pequeños”.
Xavier Gadrat, secretario general del Sindicato de la Magistratura, afirma que “se quieren limpiar las calles, echar a los gitanos del centro de París, porque su presencia resulta chocante para los burgueses, pero no se dice nada para intentar trabajar realmente en la integración de la población”. Además, recuerda que, “cuando se habla de menores en las calles en situación precaria, la ley dice que se deben tomar medidas de protección, de tipo social”.
El portavoz de esta asociación de jueces considera que la nota policial “persevera en la discriminación: apuntar a un sector concreto de la población bajo el pretexto de luchar contra la delincuencia”.
La nueva alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, terció ayer en la polémica. “No estoy a favor de estigmatizar a una población, y hay que optar por la integración de las familias gitanas, especialmente en las escuelas”, dijo la regidora. “En cambio, apruebo las medidas de las prefecturas cuando actúan para desmantelar las estructuras mafiosas”, matizó.