El Mundo.- Los refugiados varones no podrán entrar más en la piscina cubierta de Bornheim, a 23 kilómetros al sur de Colonia, debido a las quejas de las usuarias, que les acusan de acoso sexual, según han anunciado las autoridades de la ciudad alemana.
La ciudad les ha prohibido el acceso porque cada vez más bañistas y trabajadoras se sentían agobiadas por el acoso sexual por parte de los hombres procedentes de un centro de refugiados cercano, ha informado el encargado de asuntos sociales, Markus Schnapka. Sin embargo, no se ha producido delito alguno, agregó.
El Ayuntamiento de Bornheim ha anunciado que levantará la prohibición cuando los servicios sociales que atienden a los refugiados aseguren que estos hombres aprendieron la lección y se comportarán en adelante de forma ejemplar.
«Tan pronto como nuestro trabajadores sociales nos confirmen que el mensaje ha llegado a quienes tiene que llegar, pondremos fin a esta medida», aseguró Markus Schnapka, responsable de Servicios Sociales de Bornheim, localidad de 47.000 habitantes situada a 23 kilómetros de Colonia.
«Después de Colonia ya nada es lo mismo»
Los residentes de los centros de acogida de demandantes de asilo próximos a la piscina han expresado su comprensión con la medida, que no responde a hechos punibles, pues lo que hizo a bañistas y trabajadoras de la piscina sentirse acosadas eran sus constantes miradas y comentarios.
Se han previsto la celebración de jornadas informativas en los albergues de refugiados, a las que Schnapka tiene previsto para explicar de primera mano los valores y principios que rigen la sociedad alemana respecto a la igualdad de sexos.
«Nuestros valores en lo que respecta a la igualdad de sexos en Alemania no pueden cuestionarse», subrayó, Schnapka y en ese sentido agregó que toda agresión será castigada de inmediato. ?
Para evitar choques de cultura de este tipo, la Oficina Federal de Migración y Refugiados, el Goethe Institut, la Oficina Federal de Empleo y la Radiotelevisión Bávara, han ideado una aplicación para teléfonos móviles que sirva de guía a los refugiados y donde se explica, por ejemplo, que la ropa de la mujer no dice nada de su apertura sexual.
También que las minifaldas, los tacones o el maquillaje los marcan las modas y no deben entenderse como una «invitación» a los hombres y que en Alemania hombres y mujeres eligen por sí solos con quien quieren formar pareja, matrimonio o mantener una relación sexual.
El responsable de la piscina municipal de Bornheim expresó su confianza en que este asunto se resuelva cuanto antes porque la intención no es hacer pagar a inocentes por los actos de unos pocos.
El alcalde de esta ciudad renana, Wolfgang Henseler, por su parte, declaró a medios locales, que «después de Colonia ya nada es lo mismo».
Los sucesos ocurridos la pasada Nochevieja en Colonia y sobre los que 739 mujeres han presentado ya denuncia, han llevado también a la pequeña ciudad renana de Rheinberg a cancelar el tradicional desfile de carnaval el lunes antes de la Cuaresma, que debía pasar delante de un albergue de refugiados.