Marca.- El viceministro de Interior de Bulgaria, Stoyan Temelakiev, ha sido destituido este viernes tras los choques de la pasada noche en Sofía entre hinchas radicales de fútbol y la Policía que se saldaron con 33 detenidos y otros tantos agentes heridos. El primer ministro, Nikolay Denkov, atribuyó la responsabilidad de los disturbios tanto a la Unión Búlgara de Fútbol (UBF) como al Ministerio del Interior al justificar la destitución.
El viceministro de Interior de Bulgaria, Stoyan Temelakiev, ha sido destituido este viernes tras los choques de la pasada noche en Sofía entre hinchas radicales de fútbol y la Policía que se saldaron con 33 detenidos y otros tantos agentes heridos. El primer ministro, Nikolay Denkov, atribuyó la responsabilidad de los disturbios tanto a la Unión Búlgara de Fútbol (UBF) como al Ministerio del Interior al justificar la destitución.
Los hinchas embarran el partido entre Bulgaria y Hungría
Los hinchas se manifestaban contra la UBF, a la que acusaban de corrupción y de los malos resultados de la selección. El jefe de la Policía de la capital, Lyubomir Nikolov, señaló que los disturbios comenzaron cuando grupos de provocadores entre los 4.000 manifestantes empezaron a lanzar petardos y piedras contras los agentes e incluso, aseguró, a preparar artefactos incendiarios, y negó las acusaciones de violencia policial lanzadas por parte de la oposición.
La manifestación había comenzado con una concentración ante el estadio donde Bulgaria se enfrentó anoche a Hungría en partido de clasificación para la Eurocopa, y que terminó en empate a 2. Los hinchas búlgaros protestaban contra la gestión de la Unión Búlgara de Fútbol (UBF) y de su presidente desde hace 18 años, Borisov Mihaylov, y denunciaban que la selección búlgara no se ha clasificado para la fase final de ninguna competición internacional desde el año 2005.
Un total de 1.600 agentes policiales fueron desplegados en los alrededores del estadio antes del partido, que se jugó sin público, debido a una decisión de la UEFA ante la previsón de que hubiera disturbios. De hecho, la UBF había pedido que el partido se jugara en Plovdiv, la segunda mayor ciudad del país.
