La abogada Nasrin Sotoudeh, arrestada el pasado junio, recibe varias sentencias por diversas causas, pero cumplirá solo la más larga, de 10 años
ANA ALBA. EL PERIÓDICO.- Un tribunal iraní ha condenado a la abogada defensora de los derechos humanos Nasrin Sotoudeh a un total de 38 años de prisión por diversas causas separadas y a recibir 148 latigazos, según ha denunciado su marido, Reza Khandan. La agencia de noticias República Islámica, no obstante, informó de que la habían sentenciado a siete años.
Sotoudeh, de 55 años, activista reconocida y premiada a nivel internacional, fue arrestada el pasado junio y estaba cumpliendo una condena a cinco años de cárcel por espionaje, después de que la juzgaran en ausencia.
La abogada, que ha representado a activistas de la oposición, entre ellas mujeres procesadas por quitarse el velo obligatorio y por protestar en contra de las normas de vestimenta en Irán, también estaba acusada de propaganda e insultos contra el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamanei, según indicó la agencia France Presse.
Celda de aislamiento
Según el marido de Sotoudeh, su esposa cumplirá 10 años en la cárcel, la condena más larga de todas las impuestas que conforman 38 años. La letrada, de apariencia frágil pero espíritu enérgico, fue arrestada en el 2010 por “difundir propaganda y conspirar para dañar la seguridad del Estado”, cargos que ella negó. La encarcelaron en la prisión de Evin, un tiempo en una celda de aislamiento.
En enero del 2011, la condenaron a 11 años de cárcel, además de inhabilitarla para ejercer la abogacía y prohibirle la salida del país durante 20 años. Un tribunal de apelaciones redujo su condena a seis años y estableció la prohibición de que ejerciera su profesión durante 10 años. Tras cumplir la mitad de la condena la liberaron.
Sotoudeh, a quien el Parlamento Europeo otorgó el premio de derechos humanos Sakharov en el 2012, ha colaborado con la abogada iraní Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz, y su Centro de los Defensores de los Derechos Humanos, en Teherán.
La abogada ha defendido a niños y mujeres que han sufrido abusos y violencia de género y ha luchado para evitar que la justicia los devolviera a sus padres y maridos agresores.
Letrada de opositores
También ha representado a figuras opositoras encarceladas tras las multitudinarias protestas que siguieron a las elecciones presidenciales de junio del 2009 en Irán, así como a diversos activistas, defensores de los derechos humanos, periodistas y presos condenados a muerte por crímenes cometidos cuando eran menores.
En los días de aquellos comicios, Sotoudeh concedía entrevistas en su discreto despacho a los periodistas extranjeros ávidos de conocimiento, a los que iluminaba con sus análisis.
Explicaba, si se lo preguntaban, que las autoridades iranís la amenazaban constantemente con encarcelarla y le dificultaban la salida del país. Ya entonces tenía causas judiciales abiertas, pero aseguraba no tener miedo. Para ella, las leyes iranís que perjudican a las mujeres son “mucho más peligrosas que ir a la cárcel”.
La condena de Sotoudeh se ha producido unos días después de que el régimen de los ayatolás designara a un nuevo jefe del poder judicial, Ebrahim Raisi, protegido de Jamenei y del ala más dura. Su nombramiento debilita la influencia política del presidente iraní, Hasan Rohaní, más moderado.
«Injusticia ultrajante»
El relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, dijo respecto a la sentencia contra la abogada que es “la ilustración clara como el agua de una respuesta del Estado cada vez más severa”.
Por su parte, la oenegé Amnistía Internacional (AI) calificó la condena contra Sotoudeh como una “injusticia ultrajante” y llamó a que la liberen de forma incondicional.
“Nasrin Sotoudeh ha dedicado su vida a defender los derechos de las mujeres y a hablar de forma clara contra la pena de muerte. Es completamente indignante que las autoridades iranís la estén castigando por su trabajo en el campo de los derechos humanos”, subrayó AI en un comunicado.