Entre los señalados se encuentran dos de los cuatro presuntos autores materiales que fueron puestos en libertad y un menor
PATRICIA ORTEGA DOLZ. EL PAÍS.- Una declaración de un testigo protegido le ha dado otra vuelta de campana al caso del asesinato de, Jimmy, el ultra de Riazor Blues que murió apaleado en la macroreyerta en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón el pasado 31 de noviembre, en la que se enfrentaron ultras del Deportivo de la Coruña con los del Frente Atlético. Después de que el cuarto juez del juzgado número 20 de Plaza Castilla que se ha hecho cargo del asunto dejase en libertad a finales de mayo —por una supuesta confusión en la identificación de la víctima— a los cuatro principales sospechosos de la paliza que le causó la muerte —Ismael López Pérez, Sergio Santiago Martínez, Francisco Javier Jiménez Linares y José Luis Zarzoso—, un testigo protegido ha reconocido a dos de ellos —a Zarzoso y a Jiménez Linares— como autores materiales del apaleamiento de Jimmy. También ha identificado a un menor llamado Álvaro y a Diego Palomeque, otro detenido procedente de Talavera de la Reina que en su día fue acusado de riña tumultuaria y de quien la policía tiene constancia de que participó en la reyerta por los mensajes de su móvil intervenidos.
El testigo, que con su versión corrobora gran parte de las acusaciones de la policía, ha declarado que los hinchas del Frente Atlético habían quedado a través de las redes sociales en el Bar Río Duratón en las horas previas al encuentro. «Éramos unos 250», aseguró ante el fiscal. Su testimonio, al que ha tenido acceso este periódico, desmenuza la reyerta y habla de dos agresiones. Una primera, «contra un ultra gallego de complexión fuerte», el que arrojaron primero al río. Y una segunda, contra Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, «de complexión delgada», en la que «Zarpe» (como conocen a José Luis Zarzoso Perea) le habría dado un fuerte golpe en la cabeza. Asegura que vio como «Zarpe, Álvaro —que llevaba una porra extensible— y un tal Diego le pateaban luego en el suelo y le daban porrazos en la zona abdominal». El declarante dice que estaba a cinco metros de distancia y que no hizo nada porque «de fondo venían otras hinchas gallegos hacia él». Después, afirma, vio como lo arrojaban al río. Y que las personas que lo tiraron fueron «Paco Parla» (Francisco Javier Jiménez Linares) y el tal Diego (Palomeque).
El testimonio de este testigo protegido, además de identificar a dos de los presuntos autores materiales del asesinato ya señalados por la policía y actualmente en libertad y de apuntar a un tercero, pone de manifiesto que en la agresión mortal participó además un menor, que también fue detenido en julio por los agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid y cuyas conversaciones de WhatsApp con su novia el día de los hechos, ya publicadas por este diario, eran un rosario de brutalidades: «Le hemos reventado, sin porra me he quedado, le he pegado un palizón».
A Ismael López Pérez, a quien la policía acusa también del asesinato por los vídeos analizados en los que se le ve apaleando a Jimmy, el testigo solo dice haberlo visto participar en la primera agresión, aunque reconoce que entre ambas «no hubo más de 15 segundos» de diferencia y que había mucha gente arremolinada.
El juez deberá decidir ahora si vuelve a ingresar en prisión a los excarcelados en la llamada Operación Neptuno.
