Manuel, que vive en la calle del Oso, vio desde su balcón cómo se sucedieron los hechos de este jueves
MIGUEL ÁNGEL MEDINA. EL PAÍS.- Manuel, un joven de unos 20 años que prefiere no facilitar su apellido, fue ayer testigo del fallecimiento que ha causado disturbios que acabaron en detenciones en el barrio de Lavapiés. Este vecino escuchó ruido sobre las 17.00 de este jueves y salió al su balcón, en un tercer piso de un edificio de la calle del Oso. Según su relato, cuando se asomó vio a Mame Mbaye que iba andando solo. «Cuando se desplomó en el suelo, no lo perseguía nadie», dice este residente en la calle del incidente.
A esa hora, la calle suele estar cortada para facilitar la salida de los alumnos del colegio Centro de Estudios Castilla. Manuel explica que, tras caer al suelo Mbaye, dos policías se acercaron a él para intentar reanimarlo. Se acercó también un conocido del senegalés, que se interesó por el estado de su amigo. Este vecino relata que luego llegaron más agentes y, unos 15 minutos después, una ambulancia del Samur. «Estuvieron alrededor de una hora y media intentando reanimar al hombre, sin conseguirlo», explica.
Una hora después comenzaron a congregarse decenas de inmigrantes africanos. Después se iniciaron los disturbios que acabaron con seis detenciones, además de con una veintena de heridos, con las persecuciones que sufren habitualmente, la última, ayer mismo.
Amigos del fallecido
Abdul Sene, de 42 años y senegalés, afirma que conocía al fallecido. «Vender en la calle es muy duro, no tenemos papeles ni ningún tipo de ayudas. No queremos robar. ¿Qué otra cosa podemos hacer? Tenemos que pagar el alquiler y las factura», dice Sene. Denuncia que, desde hace unos meses, los controles de la Policía Municipal a los manteros son constantes, y cada vez que los detienen les quitan el dinero y todas las pertenencias.
Sene Mustafá, de 45 años y también senegalés, también era amigo del fallecido ayer. «Era muy buena gente, nunca ha dado problemas, en 12 años, solo trabajaba en el top manta para buscarse la vida, igual que lo hago yo».