EFE.- Aproximadamente un tercio de los cargos del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD), el principal aglutinante de los neonazis alemanes, tiene antecedentes penales, informa hoy el diario «Berliner Zeitung».
El rotativo remite su información a los documentos en los que se fundamenta la demanda de ilegalización presentada a principios de diciembre ante el Tribunal Constitucional por el Bundesrat (cámara alta del Parlamento).
Dicha solicitud sigue a la formulada en 2003 por los tres principales órganos constitucionales -Bundesrat, la cámara baja o Bundestag y el gobierno federal- para la prohibición de ese partido, que fue rechazada tras un largo proceso por el TC.
Entonces, la demanda se fundamentaba básicamente en testimonios de infiltrados o confidentes policiales en las filas del NPD, lo que a juicio del Constitucional ponía en duda su credibilidad.
Los «Länder» impulsaron ahora un nuevo proceso en solitario, que fue formalizado el pasado diciembre tras largas deliberaciones y que, según ese diario, incluye esta estadística delictiva.
De los 176 cargos del partido -desde la presidencia a la ejecutiva federal, más otros funcionarios regionales o locales- un 31,25 % tiene antecedentes penales por delitos como incitación al odio, atentados o intentos de atentado, lesiones físicas, alteración del orden público o propaganda neonazi.
En la mayoría de los casos son por delitos de trasfondo político, además de posesión ilícita de armas o pertenencia a organizaciones criminales o terroristas.
En muchos casos se trata de reincidentes y en general los procesos se saldaron con sanciones económicas o penas de libertad vigilada.
La demanda ante el TC se fundamenta principalmente en los presuntos paralelismos ideológicos de esta formación con el nazismo.
El NPD tiene apenas 6.000 militantes y recientemente le fueron bloqueados por repetidas irregularidades contables los fondos públicos que percibe por sus puestos en cámaras regionales, más consistorios municipales.
Esta formación no ha logrado nunca escaños en el Bundestag y en las últimas elecciones generales obtuvo resultados mínimos -un 1,3 %-, pero se la considera altamente peligrosa.
Según los «Länder», sus bases representan la versión más agresiva de la xenofobia y su militancia se extiende por todas las capas sociales y en todo el país.
En toda la historia de la República Federal de Alemania, solo hay dos precedentes de ilegalización de un partido, ambos en los años 50: el SRP o sucesor del partido nazi de Adolf Hitler, así como Partido Comunista de Alemania (KPD).
El riesgo al fracaso de la demanda llevó tanto al Bundestag como al gobierno de Angela Merkel a inhibirse de respaldar la demanda del Bundesrat.
