Diario Sur.- Pintadas junto a la puerta de casa, mensajes discriminatorios o cartas intimidatorias en el buzón. Técnicas utilizadas en otros tiempos no muy lejanos para confrontar con el vecino y que han estado históricamente muy vinculadas a lacras sociales como el racismo, ahora se están empleando en un caso de homofobia en la provincia de Granada. Lo ha denunciado ante la Guardia Civil Javier, un sanitario granadino que está siendo víctima de acoso y amenazas por su condición sexual.
El Observatorio Andaluz de la LGTBfobia ya denunció el pasado mes de diciembre la aparición de una pintada que rezaba «Fuera maricas VIH. No os queremos» junto a la casa en la que Javier vive con su pareja, en Albolote. Ahora, el asunto ha ido a mayores, al recibir una carta intimidatoria en el buzón de su vivienda. Este escrito amenazante iba acompañado de una fotografía suya y de su pareja bajo el punto de mira de un arma, según publica IDEAL
«Me siento perseguido como en la época de ETA, cuando la gente encañonaba a otra y aparecían pintadas y amenazas», declara Javier, quien adelanta que lejos de asustarse, piensa «dar guerra» a quienes le están profiriendo dichas amenazas y mensajes discriminatorios.
«Llevo dos años viviendo aquí y no pienso irme. Tengo cincuenta años y pago mism impuestos como todos, no merezco un trato vejatorio por parte de nadie», asevera el sanitario. De hecho, asegura que está en conversaciones con el Ayuntamiento de Albolote para organizar un Día del Orgullo LGTB en su urbanización de Villablanca.
Tras la denuncia pública de Javier, el colectivo Granada Visible se ha solidarizado con su casa y ha reclamado al Ayuntamiento de Albolote «medidas reales contra el odio» para frenar este caso de acoso y dar ejemplo ante futuras vulneraciones de la convivencia cívica.
