El Ayuntamiento de Paradas (Sevilla) recopila fotografías del nazi Eugen Gottmann para «realizar una exposción» y pide colaboración ciudadana. La idea del Gobierno local, con mayoría absoluta de Adelante Andalucía (Unidas Podemos), provoca quejas de vecinos y de la familia de Otto Hengelhardt, cónsul alemán en Sevilla que fue asesinado por el franquismo. Gottmann, seguidor del nazismo, huyó a España al final de la II Guerra Mundial y buscó cobijo en Paradas, donde está enterrado tras su muerte en 1960
JUAN MIGUEL BAQUERO. ELDIARIO.ES.- Una exposición con fotografías de un nazi, Eugen Gottmann. Es la actividad que organiza el Ayuntamiento de Paradas (Sevilla), gobernado por Adelante Andalucía, partido instrumental de Unidas Podemos en la región. El Gobierno local pide colaboración ciudadana para completar la «recopilación» de imágenes.
Gottmann fue un «fotógrafo alemán que vivió en Paradas entre los años 1945 y 1960», según explica el propio Ayuntamiento en el anuncio. La alerta difundida por redes sociales no explica que «el militar nazi» huyó de su país antes del final de la II Guerra Mundial y eligió el pueblo «para esconderse», como adelantaba la revista digital Saber Más.
Y, a día de hoy, el nazi sigue enterrado en el municipio sevillano. De ahí que el Consistorio esté inmerso en la «recopilación de fotografías» para «realizar una exposición».
Paradas busca «retratos individuales y familiares», que eran los trabajos que realizaba “normalmente”, señala la institución. Este periódico ha contactado con el Ayuntamiento para conocer el alcance de la anunciada muestra de fotos del nazi Gottmann, pero no ha recibido respuesta hasta el momento.
Eugen Gottmann (Diedesheim, Alemania, 1885-Paradas, Sevilla, 1960) llegó a abrir un estudio fotográfico en la capital de Andalucía. Pero, como seguidor del nazismo, se topó con la oposición del cónsul germano en la ciudad, Otto Engelhardt, que era antinazi, según apunta Diario de Sevilla.
“¿Una exposición de un nazi?”
La familia del diplomático que condenó el nazismo, y acabó ejecutado el 14 de septiembre de 1936 por los fascistas españoles, ha elevado una queja al Ayuntamiento de Paradas.
“Ante tal despropósito me he puesto en contacto con la concejal de Cultura de Paradas para que me explicara cuál era el fin, el propósito, de hacer una exposición sobre un nazi», explica Ruth Engelhardt a eldiario.es Andalucía. «Me ha dicho que es un tema cultural. ¿Cultural de qué? ¿Qué vamos a hacer una exposición sobre las acuarelas de Hitler?», afea.
En el pueblo, la exposición también causa polémica. Como puede leerse en redes sociales, donde el Ayuntamiento pide la «gran ayuda» de «cualquier vecino o vecina que pueda aportar fotografías sobre el fotógrafo Gottmann».
«Una exposición de un nazi? Que se cuente su historia vale, pero que se haga una exposición… Ver para creer!! Espero que tenga las visitas que merece», escribe una usuaria. «Estoy sorprendido por la noticia, y no doy crédito, siento vergüenza, estupor y sobre todo asco”, reitera otra persona. «Puedo entender que el ayuntamiento recoja material histórico del pueblo», prosigue, pero hacer una muestra “sobre una persona que contribuyó con el nazismo, no doy crédito”.
«En Alemania sería apología del nazismo»
«Como familiar de víctima del nazismo, porque a mi bisabuelo lo mató Queipo de Llano pero también por orden de Hitler, a mí no me hace ninguna gracia que se haga una exposición por parte de un Ayuntamiento de un personaje como este», continúa. “Estamos sin palabras, no encontramos en sentido. Esto en Alemania sería apología del nazismo, pero como estamos en España pues… ancha es Castilla», incide Ruth Engelhardt.
La familia del cónsul alemán que rechazó el nazismo de manera pública a través de artículos que firmaba en los años 30 en el periódico El Liberal de Sevilla califica la exposición como «una cosa bastante surrealista». En aquellas fechas, Otto Engelhardt coincidió en tierra sevillana con Eugen Gottmann.
El fotógrafo regresó a su país. Y, luego, al filo de la derrota nazi en la guerra, buscó cobijo en Paradas. Ahí comenzó a ganarse la vida haciendo retratos y tomando imágenes de eventos populares, tanto en el pueblo como en la comarca.