Julián Leal Luna, Secretario de Difusión y Prensa del Colectivo profesional de Policía Municipal (CPPM), asistió a la concentración convocada por el colectivo fascista Hogar Social en la que se increpó a los miembros de la Mesa del Parlament, motivo por el que ha dimitido finalmente
JAIRO VARGAS. PÚBLICO.- El pasado jueves, varios miembros de la Mesa del Parlament de Catalunya, ahora disuelto por el Gobierno de Mariano Rajoy, viajaron a Madrid para declarar ante el Tribunal Supremo por un presunto delito de rebelión después de la votación en la que se declaró la independencia de la República Catalana.
A su llegada a la estación de Atocha, en Madrid, Anna Simó (Junts pel Sí) y Joan Josep Nuet (Sí Que Es Pot), fueron recibidos por un grupo de ultras convocados por el colectivo neonazi Hogar Social, que le increpó e insultó, mientras un cordón de la Policía Nacional intentaba que los insultos no pasaran a mayores.
«Puigdemont a prisión», «golpistas», «traidores», o “no nos engañan, Catalunya es España”, fueron algunos de los gritos que los ultras, en actitud bastante agresiva, según puede apreciarse en diferentes vídeos, le dedicó a los políticos, que tuvieron que ser escoltados hasta una coche policial que les esperaba en la salida de la estación. También pudieron escucharse insultos como “hijos de puta”, “traidores”, “basura” o “cobardes”.
Llama la atención ─aunque para mucha gente, no tanto─ que entre los congregados para este acoso organizado por un colectivo fascista se encuentre el portavoz de un sindicato de la policía municipal de Madrid. Julián Leal Luna, Secretario de Difusión y Prensa del Colectivo profesional de Policía Municipal (CPPM), estaba entre quienes increparon a Nuet y Simó, junto a miembros de Hogar Social, detrás de una bandera de España y gritando las mismas consignas que quienes le acompañaban. Preguntado por este periódico, Leal ha rechazado hacer declaraciones sobre el episodio, aunque ha dimitido posteriormente.
Julián Leal Luna, Secretario de Difusión y Prensa del Colectivo profesional de Policía Municipal, increpando a los miembros de la disuelta Mesa del Parlamet de Catalunya a su llegada a Atocha el pasado jueves.- ATLAS
Desde el Ayuntamiento de Madrid, de quien depende el cuerpo municipal de policía, han asegurado a Público que están «sorprendidos de que un agente de Policía Municipal se manifieste con un colectivo [Hogar Social] al que se ha denunciado en reiteradas ocasiones con posiciones contrarias a los Derechos Humanos, como pueden ser por ejemplo acciones contra la Mezquita de la M30; o manifestaciones sospechosas de ser delitos de odio, como la campaña «Terrorists wellcome», en alusión a los refugiados/as, un colectivo vulnerable y en exclusión social». Las mismas fuentes hacen hincapié en que algunas de estas denuncias se encuentran en fase de investigación por parte de Fiscalía. «Si bien este es un Estado de Derecho en el que cada ciudadano/a tiene derecho a la libertad de expresión y de manifestación», añade el Consistorio.
Pese a que los insultos se escuchan perfectamente y el acoso fue notorio, la Policía Nacional se ha negado a aclarar si realizó alguna identificación entre los asistentes a esta concentración, tal y como sí hizo durante la manifestación en la Puerta del Sol del pasado 1-O con motivo de condenar la violencia policial durante el referéndum independentista suspendido por el Tribunal Constitucional.
Un mes después de aquella protesta, la Policía Nacional detuvo a ocho personasacusadas de haber agredido e increpado a diferentes personas por el mero hecho de portar la bandera de España en esa protesta.
Dimite Julián Leal: «Defendía mi libertad de expresión»
El portavoz de Colectivo Profesional de Policía Municipal de Madrid, Julián Leal, ha dimitido este lunes de su cargo tras conocerse su participación en la protesta en Atocha a la llegada de los diputados catalanes imputados por rebelión. En una carta, Leal, que lleva más de siete años en el cargo de portavoz del sindicato mayoritario de la policía municipal en Madrid, aclara que su presencia fue «a título particular, sin que la misma guarde relación alguna con el desarrollo de la actividad sindical».
El policía defiende que lo que hizo fue defender su «libertad de expresión» y a raíz de ello su intimidad «está siendo atacada vilmente por diferentes colectivos y medios» con el interés real de «atacar» al sindicato. Leal también desmiente «toda vinculación con cualquier tipo de formación de carácter fascista» y sitúa su presencia en la concentración dentro de su «profunda indignación» ante «aquellos que cometen atropellos continuos contra el Estado de derecho y que perjudican gravemente la normal convivencia entre todos los españoles de bien».
«Tras analizar de forma sensata y coherente la situación, he tomado la decisión firme e irrevocable de dejar de ejercer la responsabilidad como portavoz de este colectivo para evitar darles la satisfacción que los enemigos de la policía puedan seguir atacándoles a través de mi persona y deteriorar la imagen y magnífica labor que a diario desarrollan los compañeros», finaliza.