El Español/Jorge García Badía .- La Guardia Civil de Fortuna tiene los vídeos y deberá elaborar un atestado para la Fiscalía de Menores, aunque el agresor es inimputable.
El zagal se acerca a chocarle la mano a su colega que le está esperando en la antigua plaza de abastos de Fortuna, junto a otros chavales. El chico, de físico delgadito, llega confiado, con la guardia baja y sin saber que ya la están grabando con un móvil porque va a recibir una brutal paliza a manos de su amigo, al que el significado de la palabra amistad le viene grande. El contenido de las imágenes provoca un nudo en el estómago por la violencia desmedida que emplea el agresor y porque sus protagonistas son dos menores de edad: solo tienen 13 años.
Los vídeos a los que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL obran en poder de la Guardia Civil, aunque los agentes poco podrán hacer con ellos porque el autor de la agresión es inimputable dada su corta edad. La paliza se inicia en un segundo, en cuanto la víctima le choca la mano al agresor, momento que este aprovecha para soltarle un gancho con el brazo derecho, propio de un ring de boxeo. Acto seguido, le coge por el cuello, le hace una llave y lo lanza contra el suelo: cae a plomo de espaldas.
La víctima solo acierta a protegerse la cara para no recibir otro puñetazo, mientras que le grita totalmente desorientado: «¿Qué haces?» «¡Qué haces!» Esta terrible paliza tiene lugar en plena Semana Santa, al lado de un edificio multiusos del Ayuntamiento de Fortuna, en el que se organizan charlas y talleres para los 10.843 vecinos de esta localidad murciana.
Es la medianoche del Miércoles Santo y por la zona no pasa nadie. De modo que la agresión continua con la complicidad de otros menores de edad que son capaces de reír a carcajadas, al ver al agresor escupir en la cara a la víctima, al tiempo que le suelta puñetazos en el costado, incluso le patea la cabeza en varias ocasiones.
– Agresor: Escúchame, ¿tú que ibas diciendo de mí?
– Víctima: Yo no he dicho nada.
– Agresor: ¿Qué cojones le estás diciendo al Manuel [nombre falso]?
– Víctima: ¿Qué he dicho? ¿Qué he dicho?
El violento interrogatorio prosigue con el mismo guion: las preguntas y las respuestas se repiten en bucle, al igual que los golpes. El chico, de 13 años, levanta del suelo al que se suponía que era su amigo, cogiéndole de la pechera y amaga con soltarle un puñetazo en el rostro, pero le hace una zancadilla para lanzarlo otra vez contra la acera.
La tortura no cesa. Tampoco las amenazas: «Cuento hasta cinco y te levantas, o si no te piso la cara«. El agresor es corpulento y la víctima no se lo piensa dos veces: se levanta como una exhalación, logrando evitar un gancho directo a su cabeza. La triste guinda a esta manera injustificable de arreglar las cosas entre amigos, la pone uno de los testigos que jadea al agresor para que siga apaleando sin piedad a la víctima: «¡Hazle un sparring!»
De hecho, el autor de la paliza cambia el boxeo por la lucha libre porque agarra por el cuello al chico y le estrella la cabeza contra la caseta de unos aseos portátiles, como si estuviese en un cuadrilátero. Incluso le pega varios cabezazos. Todo ello ocurre, según los audios de la grabación, ante la mirada impasible de dos o tres adolescentes que no prestan auxilio a la víctima, a pesar de que el chico pide clemencia: «¡Diez cabezazos en la cabeza, hermano!» «A este le tenemos que sacar de aquí»…
EL ESPAÑOL ha podido saber que uno de los testigos de la paliza compartió la grabación, como el que distribuye un meme, pero un menor de edad que recibió las imágenes, nada más verlas, se puso en contacto con la Policía Local de Fortuna porque fue consciente de la gravedad de los hechos. Este adolescente, de entre 16 y 17 años, el único con sentido común y ética en esta terrible historia, envió el vídeo a unos agentes a las doce y veinte minutos de la noche del Miércoles Santo.
De inmediato, una patrulla se personó en la zona donde se ubica el centro multiusos, en cuyas inmediaciones se produjo la despiadada agresión. Los policías locales localizaron al chico agredido, deambulando por la calle, con la cara enrojecida por la tunda de golpes que había recibido. «Estaba muy asustado«, según fuentes ligadas a la investigación. «Le pegó un palizón».
Los agentes llevaron al chico con su madre y al centro de salud para que recibiese atención médica. Durante el trayecto, el menor, según ha podido saber este diario, le contó a los policías que el agresor era su «amigo» y le había apaleado «por un comentario que había hecho de una chica«.
A las doce y media de la noche del Miércoles Santo, la Policía Local localizó el domicilio del agresor y mostró las imágenes de la paliza a sus padres antes de proceder a identificar al chico de 13 años. El informe policial y los vídeos fueron aportados a la Guardia Civil que ahora será la responsable de elaborar un atestado para entregárselo a la Fiscalía de Menores.
No obstante, este proceso pocas consecuencias tendrá para el chico porque es inimputable a ojos del Código Penal.