Un informe desvela que más de 1.500 policías ingleses han sido acusados de violencia contra mujeres en seis meses.

| 14 marzo, 2023

El Periódico/A. Niubó.- De los agentes señalados, las autoridades únicamente han apartado a 13.

Más de 1.500 policías han sido acusados de delitos violentos contra mujeres y niñas durante los últimos seis meses. Estas denuncias afectan al 0,7% del total de la policía en Inglaterra y Gales. Los casos van desde ataques sexuales al empleo de excesiva fuerza durante un arresto. De todas estas denuncias, solo 13 agentes fueron apartados de sus funciones, según datos publicados por el Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC), el organismo dentro de la policía que se encarga de fijar la dirección de la policía y establecer la relación entre el cuerpo y la ciudadanía.

El 55% de los casos fueron denuncias por mala conducta presentadas por compañeros dentro de la policía, o bien como víctimas o bien como testigos. Mientras que el 45% restante fueron denuncias realizadas por los ciudadanos. De las denuncias de colegas, la mitad fueron por incidentes fuera del horario de trabajo y el 38% por algún tipo de abuso sexual. De las denuncias del público, dos tercios se referían al uso de la fuerza cuando los arrestaron o esposaron, mientras que el resto eran por acoso y abusos con fines sexuales.

La vicejefa de policía y directora de NPCC, Maggie Blyth, calificó los datos de «perturbadores», en declaraciones a la BBC. «Necesitamos investigaciones realmente sólidas para llevar adelante y suspender a cualquiera que creamos que está trabajando en nuestra organización y que no debería o que haya sido declarado culpable de acusaciones relacionadas con la violencia contra las mujeres y las niñas», dijo. «No podemos ser tan complacientes», sentenció.

Violador en serie

Estos datos aparecen después de la convulsión provocada de los casos de los agentes David Carrick, violador en serie encarcelado por delitos sexuales violentos y degradantes contra una docena de mujeres durante dos décadas, y Wayne Couzens, que cumple cadena perpetua por haber secuestrado, violado y asesinado a Sarah Everard. Ese asesinato perpetrado hace dos años provocó numerosas protestas contra la policía por parte de mujeres que se sentían inseguras en las calles.

Durante los juicios se supo que ambos agentes acumulaban denuncias tanto por mala conducta dentro del cuerpo de policía como por abusos sexuales fuera del trabajo, en el caso de Carrick, o escándalo público, en el caso de Couzens. Todas las denuncias fueron desestimadas y en ningún momento los agentes fueron apercibidos o suspendidos de sus funciones. Aquellos casos acabaron con la jefa de la Policía Metropolitana de Londres, Cressida Dick, que fue forzada a dimitir por el alcalde de Londres.

Investigación interna

Tras el rechazo popular provocado por los casos de Couzens y Carrick, se inició una investigación interna en la policía, que concluyó que había un racismo y una misoginia sistémica en aquel caso en Scotland Yard, la policía de Londres. Encontraron también más de 1.000 casos de agentes acusados de violencia doméstica o abusos sexuales que seguían patrullando las calles. El nuevo jefe de la policía dijo que se debía cambiar la percepción de la policía. Ahora se publican estos datos que inducen a pensar que nada ha cambiado.

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