La Oficina de Coordinación Cibernética (OCC) advierte de que grupos radicales promueven ataques contra personal sanitario para «alentar el pánico» generado por el coronavirus
JOSÉ MARÍA OLMO. EL CONFIDENCIAL.- El Ministerio del Interior ha recibido un informe de Inteligencia que advierte de que se han detectado mensajes de grupos extremistas que proponen ataques para amplificar la sensación de crisis que está provocando el coronavirus y difunden teorías conspiranoicas sobre el origen de la pandemia. Una de estas versiones alternativas ya ha provocado sabotajes a torres de telefonía móvil 5G y 4G en Países Bajos, Reino Unido, Irlanda y Chipre.
El documento, al que ha tenido acceso El Confidencial, ha sido elaborado por la Oficina de Coordinación Cibernética (OCC), una célula de ciberpatrullaje integrada por agentes de Policía Nacional y Guardia Civil que se encuadra en el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC) del Ministerio del Interior y que reporta directamente al Departamento de Seguridad Nacional (DSN) del Ministerio de Presidencia. El encargado de coordinar toda la cadena de mando es Iván Redondo, jefe de gabinete y asesor áulico de Pedro Sánchez.
Por un lado, la OCC advierte de que organizaciones revolucionarias, anarquistas y de extrema derecha tienen en marcha debates internos para perfilar atentados contra infraestructuras vitales de Estados occidentales. Las comunicaciones, localizadas en su gran mayoría en grupos privados de Telegram, alientan a lanzar una ofensiva violenta para sembrar el caos en los países del primer mundo, aprovechando la delicada situación que ya atraviesan por el covid-19. Su objetivo es crear un contexto favorable para la implantación de un nuevo sistema político fiel a sus respectivos idearios.
Los mensajes están saliendo de organizaciones extranjeras, pero los analistas de Policía Nacional y Guardia Civil señalan que algunas de ellas tienen vínculos con grupos homólogos en España y alertan de su peligrosidad. Uno de los grupos que propugnan ataques es el Movimiento Imperial Ruso, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y que ha tenido lazos con el partido español Democracia Nacional, como señala el informe.
El documento señala un mensaje que circula por foros neonazis en el que se propone «exportar productos infectados con covid-19» a varios países
El documento subraya, entre otros mensajes, uno que circula por foros neonazis en el que se propone “exportar productos infectados con covid-19” a potencias mundiales para “acelerar el colapso económico”. Otras comunicaciones están “dirigidas a la liberación de armas químicas no biológicas en lugares públicos para inducir síntomas similares a los del covid-19, con la intención de crear una ola de falsos positivos que desviaría, si no agotaría, los recursos médicos”. En este sentido, el informe de las Fuerzas de Seguridad españolas advierte de la proliferación de propaganda encaminada a “alentar el pánico” causado por el coronavirus. Una de las prioridades de los grupos sería atacar directamente al personal sanitario para desactivar la capacidad de respuesta ante la enfermedad.
Ataques a personal médico
Los analistas del Ministerio del Interior recomiendan tener en cuenta la amenaza. “Debido a la posibilidad de esparcir el virus, tal y como se señala en la información aportada, los sistemas de transporte son un potencial objetivo de riesgo”, señala el documento, por los miles de personas que pasan por ellos a diario. También consideran posible “objetivo” al “personal médico, como elemento integrante del sector estratégico de la salud (…)”. En España, ha habido ataques aislados contra profesionales de la sanidad por parte de individuos que los consideraban focos de contagio. Aunque el documento admite que se trata de incidentes distintos a los que proponen los radicales, los menciona como un posible antecedente.
El otro gran vector de la amenaza de los grupos extremistas tiene como base teorías conspiranoicas. Algunos grupos neonazis culpan a judíos y musulmanes, pero el informe de la OCC destaca la importancia de una teoría alentada por un pseudocientífico estadounidense llamado Thomas Cowan, que asegura que el coronavirus no es una enfermedad sino una alteración en el cuerpo de los seres humanos por la creación de nuevos campos electromagnéticos que ha ocasionado la implantación de la tecnología de comunicaciones 5G. Cowan sostiene que estas redes afectan al sistema inmunológico o pueden contribuir de alguna manera a la propagación del SARS-Cov-2.
La teoría es disparatada, pero ha encontrado adeptos en todo el mundo, sobre todo entre grupos anarquistas. En Reino Unido, se han producido al menos 60 ataques contra postes 5G y 4G. Estos últimos, al confundirlos con los de la siguiente generación. “Debido a las acciones que ya han sucedido y que siguen sucediendo en nuestro entorno cercano”, apuntan los expertos de las Fuerzas de Seguridad, “las torres y otros sistemas de comunicaciones que dan soporte a la tecnología 5G son objetivos de riesgo”.
La OCC entró en funcionamiento por primera vez con motivo de las elecciones generales de abril de 2019 y volvió a estar operativa en las europeas de mayo y las generales de noviembre del mismo año. Se dedica a la monitorización de las redes para combatir posibles amenazas cibernéticas y campañas de desinformación. Interior decidió activarla otra vez cuando se decretó el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, para vigilar la información que se difunde sobre la pandemia y detectar acciones de desestabilización.