Las fuerzas de seguridad de Florida han informado de que hay otras 53 personas hospitalizadas y el responsable de la Policía dice que la investigación apunta a un crimen de odio homófobo. El asaltante, Omar Mir Sediq Mateen, ciudadano norteamericano e hijo de padres afganos, tenía un permiso de armas. ISIS ha reivindicado el ataque, según ha informado la agencia Amaq, próxima al grupo terrorista, que no ha dado más detalles
ELDIARIO.ES.- La Policía de Orlando ha confirmado que el ataque contra un club gay de la ciudad se ha saldado con al menos 50 muertos a causa de los disparos efectuados por el asaltante. Los últimos balances señalan que hay otras 53 personas que han tenido que ser hospitalizadas y que algunos de los heridos se encuentran en estado crítico. En el momento del ataque, en el interior del Club Pulse 320 personas celebraban una fiesta de Orgullo Latino.
La Policía señala a Omar Mir Sediq Mateen, ciudadano estadounidense de 29 años, como responsable del ataque registrado alrededor de las 02.00 (hora de Florida, EEUU). El atacante ha permanecido varias horas con rehenes tras efectuar multitud de disparos, según medios locales.
Mientras que Barack Obama ha dicho durante una comparecencia ante los medios que todavía no se tiene clara la motivación del asaltante, la agencia Amaq, cercana a ISIS, ha informado de que el grupo terrorista reivindica el ataque.
Mateen era hijo de padres afganos. Trabajaba como guardia de seguridad privada y contaba con permiso para portar armas en el Estado de Florida. Según la Policía de Orlando, entró en el local con un fusil de asalto AR-15 y una pistola.
Su padre, Mir Sediqque, ha afirmado a la cadena NBC que el ataque «no tiene nada que ver con la religión». Sí ha descrito una conversación reciente con él. Durante un paseo por Miami hace unos meses, Omar Mateen se enfureció al ver a dos hombres besándose en la calle. «Queremos pedir disculpas por lo que ha ocurrido», ha dicho. «No teníamos ni idea de lo que iba a hacer. Estamos impactados como todo el país».
Omar Mateen estaba divorciado de su primera mujer. Ella ha declarado a The Washington Post que era un hombre violento y mentalmente inestable que comenzó a pegarle poco tiempo después del matrimonio. «No era una persona estable», dice la mujer que no da su nombre porque teme por su seguridad. «Me pegaba. Llegaba a casa y comenzaba a pegarme porque la lavadora no había terminado o cualquier cosa como esa».
La exesposa confirma que Mateen nació en Nueva York y que su familia se trasladó años después a Florida. En su página de MySpace, él aparece posando tomándose selfies con una camiseta con las siglas NYPD (iniciales de la Policía de Nueva York). La mujer ha confirmado que Mateen es quien sale en esas fotos.
Se casaron en marzo de 2009 y entonces parecía «una persona normal». Durante su matrimonio, no era una persona muy religiosa y cuando no estaba en casa pasaba la mayor parte del tiempo en un gimnasio. Tenía licencia de armas gracias a su trabajo de guardia de seguridad en un centro de internamiento de menores.
El matrimonio sólo duró unos pocos meses. Poco tiempo después de que él comenzara a pegarle, la mujer avisó a sus padres y decidió abandonarle rápidamente. Fueron sus padres los que insistieron en que le dejara. Mateen intentó después ponerse en contacto con ella, pero la mujer se negó. «Literalmente, ellos me salvaron la vida», dice ahora refiriéndose a sus padres. El divorcio se produjo en 2011.
Un arma de guerra que se vende a civiles
El fusil AR-15 es la misma arma que se utilizó en otras matanzas en EEUU en los últimos años, como la de Sandy Hook en 2012, con 26 personas asesinadas, y San Bernardino en 2015, con 14 muertos. Después de estos dos crímenes múltiples, y ante la posibilidad de que el Gobierno de EEUU restringiera su venta, lo que nunca se produjo, las ventas del AR-15 se dispararon en varias ciudades de EEUU.
A las 12.00 (hora española) la Policía de Orlando confirmó que el atacante había sido abatido. «El tirador está muerto», aseguraba en un tuit la policía de Orlando.
El portavoz policial señaló en rueda de prensa que se han producido «más víctimas de lo que pensábamos al principio». «Cuando hemos estado seguros de que no había más explosivos, y hemos tenido la seguridad para entrar, hemos podido confirmar que mas de 50 personas habían sido asesinadas», ha asegurado. El portavoz de la Policía de Orlando se refirió a la dimensión del ataque asegurando que «es la peor tragedia que hemos visto hasta ahora».
Las autoridades de Orlando y las del Estado de Florida han declarado el estado de emergencia. La Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que ha mostrado sus condolencias: «Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias y sus seres queridos». Además, el presidente ha pedido «recibir actualizaciones regulares del FBI así como de otras autoridades federales que trabajan con la Policía de Orlando para conseguir más información».
Durante el ataque, los responsables del local intentaron avisar a sus clientes de la gravedad de lo que estaba sucediendo. Tras los primeros disparos, los responsables del club nocturno Pulse, situado en el centro de Orlando, colgaron en su página de Facebook un mensaje en el que pedían que todo el mundo saliese del local.
Ricardo Negron Almodovar, un testigo de los hechos, contó a BBC que el hombre comenzó a disparar alrededor de las 2.00 (hora local), cuando el club iba a cerrar. «Oímos un tiroteo. En la sala en la que estaba, la gente se echó al suelo. No pude ver al hombre que disparaba ni a personas heridas», apuntó. En su caso pudo salir del local corriendo por una salida que conducía a un patio.
Las autoridades al frente de la investigación han anunciado que actualizarán los datos de víctimas a las 19.30 (hora española).