El Congreso Judío Mundial y el Simon Wiesenthal instaron a las naciones a que sigan el ejemplo de Finlandia, que prohibió el Movimiento de Resistencia Nórdico y su propaganda violenta
INFOBAE.- El neonazi Movimiento de Resistencia Nórdico (NMR) apuntó a los judíos en Escandinavia en lo que el Congreso Judío Mundial dijo que fue una campaña coordinada durante la semana previa a Yom Kippur, el día más sagrado del calendario hebreo.
La mayoría de los incidentes relacionados con el discurso de odio antisemita se registraron el domingo y lunes en Suecia, Dinamarca, Noruega e Islandia. Los sitios web pertenecientes al movimiento neonazi informaron sobre acciones tomadas por el grupo en casi 20 ciudades diferentes.
Imágenes difundidas en internet muestran a miembros confrontando a los fieles judíos y parados frente a las sinagogas, carteles antisemitas colocados en áreas públicas y distribución de folletos en áreas públicas y cerca de los edificios de la comunidad judía. No hubo violencia en ninguno de los incidentes.Uno de los cárteles antisemitas de la campaña del MRN en Dinarmarca (Facebook)
En Norrköping, una ciudad ubicada a unas 70 millas al suroeste de la capital sueca de Estocolmo, un puñado de hombres del Movimiento de Resistencia Nórdica se pararon afuera de la sinagoga local el lunes, día de Yom Kippur, con banderas de su movimiento, escribió el Consejo Central Judío. La sinagoga estaba vacía en ese momento.
Los neonazis escribieron en su sitio web que eligieron la celebración Yom Kipur para “concienciar a la gente nórdica de las costumbres extranjeras y los planes de gobierno sionistas en toda la región nórdica”, con carteles exhibidos en varios países atacando la comida kosher, la circuncisión y la costumbre del kaparot.
El grupo también afirmó que los judíos obtienen “el perdón proactivo por todas las mentiras e injusticias que cometerán hasta el próximo Yom Kipur”, un tópico antisemita que ha existido desde la Edad Media.
El Congreso Judío Mundial en un comunicado condenó la “vil y cruel campaña de odio contra los judíos en el norte de Europa”.
“El Movimiento de Resistencia Nórdico representa una ideología violenta, racista y antisemita, y debe ser ilegalizado. Los autores de este tipo de incitación contra los judíos, esparcidos horriblemente en el día más solemne del año judío, deben ser procesados con todo el rigor de la ley”, dijo el presidente de la organización Ronald S. Lauder.
El Congreso Judío Mundialpidió a las naciones que sigan el ejemplo de Finlandia «y actúen rápidamente para prohibir el Movimiento de Resistencia Nórdico y deshacerse de su propaganda violenta de nuestras calles «.Marcha del Movimiento de Resistencia Nórdico en el centro de Gotemburgo, en Suecia, el 30 de septiembre de 2017.
La Corte Suprema de Finlandia dictaminó la semana pasada que el Movimiento de Resistencia Nórdica, que se autodenomina como una organización “revolucionaria nacionalsocialista”, es ilegal y dijo que no calificaba para la protección de la libertad de expresión o reunión, ya que sus actividades constituían un abuso de esos derechos.
El tribunal determinó que los objetivos de la organización violaban los fundamentos de una sociedad democrática y debería ser disuelta.
Por su parte, el Director de Relaciones Internacionales del Centro Simon Wiesenthal, el Dr. Shimon Samuels, se puso en contacto con los primeros ministros de Suecia, Dinamarca y Noruega después de que se informaran las campañas antisemitas y exigió “una investigación inmediata y la condena de los perpetradores”. También pidió que el movimiento sea prohibido.
NMR se fundó en 1997 en Suecia como el Movimiento de Resistencia Sueco. Luego surgieron organizaciones hermanas en otros países nórdicos durante la década de 2000 y se unieron bajo NMR en 2016.
El grupo organiza protestas y produce medios de comunicación que argumentan en contra de la inmigración, pero también se ha relacionado con actos de violencia.
En 2016, un hombre de 28 años murió después de ser agredido por miembros de NMR en Helsinki y, según la organización de vigilancia Expo, varios miembros han sido condenados por una serie de atentados con bombas en Gotemburgo en 2016 y 2017.