El profesional aseguró en unas jornadas del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, ante el estupor de los profesionales de la salud que asistieron al acto, que hasta un 50% de las denuncias son falsas. Las estadísticas oficiales las fijan en un 0,01%.
MARÍA DUARTE. CANDELA CHOCLÁN. PÚBLICO.- El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús celebró este miércoles unas Jornadas Contra la Violencia de Género en Adolescentes que cuentan con el auspicio de la Comunidad de Madrid. En la charla, dirigida a profesionales de la salud, el profesor y médico forense José Antonio Menéndez de Lucas insistió varias veces en las denuncias falsas por violencia sexual, que según su experiencia, «se dan mucho y suponen un 40% o 50%».
Menéndez de Lucas asistió en calidad de médico forense para hablar sobre cómo se atiende a menores tras haber sufrido una agresión o abuso sexual. Según varias asistentes al acto, en su presentación «estuvo todo el rato insistiendo en las denuncias falsas y llegó a decir que las mujeres se autolesionaban muchas veces para incriminar a sus parejas». Menéndez de Lucas es médico forense en los Juzgados de Instrucción 3 y 34 de Madrid y profesor de medicina legal en la Universidad CEU San Pablo. PUBLICIDAD
Las cifras dadas por el forense son desmentidas por la Fiscalía General del Estado, ya que la proporción de condenas por denuncias falsas sigue sin subir de 0,0069% en el total de condenas desde el año 2009 –en el que se registraron 97 condenas–. Aunque se sumaran las causas en tramitación como si fueran condenatorias (144), el porcentaje final máximo apenas alcanzaría el 0,01%.
En el acto, el profesor ilustró su presentación con imágenes que provocaron la indignación de los allí presentes por considerarlas vejatorias para las víctimas de agresiones sexuales. Bajo una de ellas, se podía leer: «La presencia de lesiones en una persona que refiere una agresión sexual no es una prueba irrefutable de que esta se ha producido. Siempre hay que pensar en una posible falsa denuncia«.
Según Lula Gómez, una asistente que presenció parte de las charlas, varias personas se levantaron y se marcharon tras las declaraciones del forense, con el que Público ha intentado ponerse en contacto sin éxito. «La gente se quedó muy escandalizada y además, parte del personal del hospital estaba también aterrado, ha habido mucho revuelo y contrarréplica», recalca. «El lenguaje y las fotografías que utilizó este señor eran algo deleznable, cuestionó y etiquetó a las víctimas«, añade Gómez.
Desde la Consejería de Sanidad y el hospital no han querido hacer declaraciones sobre las controvertidas afirmaciones del forense, que han alarmado a profesionales de la salud que asistieron al acto.
La función de los forenses
La psicóloga forense Ana Isabel Gutiérrez explica que como forense no se puede hablar de datos sobre denuncias falsas: «Nosotros estamos para determinar las lesiones, no para determinar los delitos, no es nuestra función», destaca. «Nosotros estamos para determinar las lesiones, no para determinar los delitos, no es nuestra función», explica la psicóloga forense
Las características de los agresores sexuales fueron otro de los puntos tratados en la exposición del médico, que defendía que «frecuentemente tienen enfermedad mental«. Una afirmación cuestionada por la psiquiatra Luisa Costa, que alegó que no es necesario padecer una patología mental para cometer un delito sexual. «Teniendo en cuenta que era una charla sobre violencia de género en menores de edad, que se diga algo así me parece muy grave», subraya la profesional.
Costa asegura que el forense llegó a alegar que «hay mujeres muy manipuladoras que realizan falsas denuncias con la intención de dañar». «Decía cosas como que las mujeres muchas veces están que sí quiero, no quiero y luego cuando se arrepienten denuncian«, comenta una trabajadora social que asistió como público.
Por su parte, la forense insiste en que la inmensa mayoría de denuncias que se realizan en comisaría son de agresores desconocidos: «Estas denuncias son más fáciles de poner porque no hay una implicación personal, porque no te puedes sentir culpable».
Sin embargo, hay otras agresiones que no se denuncian y son las de compañeros de clase, exparejas, familiares o vecinos. «No sabes si te van a creer y muchas veces la persona relativiza su propio sufrimiento y acaba decidiendo no denunciar«, matiza Gutiérrez. Algo que termina saliendo en forma de síntomas que pueden apreciar los profesionales en las consultas, pero que en la mayoría de casos, estos no llegan a los datos del Consejo del Poder Judicial. Por otro lado, hay más vergüenza y ocultación de las agresiones sexuales por parte de los menores, por lo que es más improbable que denuncien.