PAULA DÍAZ. PÚBLICO.- Gibraltar español. Tres siglos de oprobios y traiciones. Así se titula el último libro de José María Manrique, un coronel retirado que cuenta en su haber con otros títulos como El Valle de los Caídos. Crónica de una persecución salvaje o Las armas de destrucción masiva y la protección civil en España. El militar, que en 2005 llegó a ser arrestado por las Fuerzas Armadas por difundir arengas golpistas entre sus compañeros, presentará su última obra este miércoles, a las 18.30 horas, en el salón de actos de la Escuela Politécnica Superior de Algeciras (EPSA), rodeado de representantes de la extrema derecha.
«¡A España servir hasta morir!», comenzaba el escrito de la polémica, en el que Manrique —hoy miembro de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos— abogaba por defender a «España» de su posible «desmembración». En su correo, con el que se despedía de sus compañeros antes de pasar a la reserva a través de la intranet de Defensa, citaba artículos de la Constitución [«los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España»] que luego llevaba al extremo recordando tiempos pasados en los que por «el honor de la Patria» se debía «derramar, si es preciso, hasta la última gota de sangre».
El autor de tal sentencia será este miércoles el protagonista de un evento —organizado por la Delegación de Campus Bahía de Algeciras, el Foro Recuperemos Gibraltar, la Asociación de Alumnos y Egresados Universitarios de la Universidad (pública) de Cádiz (UCA) y la Asociación Cultural Hispania Cronos— que no ha pasado desapercibido para quienes consideran que un acto «que parece un ritual de extrema derecha» se lleve a cabo en un local de la UCA. La institución educativa, por su parte, se ha desmarcado por completo de la organización del mismo.
En el acto «se desarrollarán una serie de actividades destinadas al análisis y estudio de la compleja situación política, social y económica de la zona campogibraltareña en su relación con el contencioso hispano-británico por Gibraltar», reza el comunicado de la convocatoria del foro. Ello incluye la presentación de Gibraltar español —en el que Manrique hace «un repaso por algunos de los acontecimientos más relevantes de la pugna que, a lo largo de 300 años de ocupación, España ha mantenido por recobrar la posesión del territorio»— y una «charla-coloquio» en la que el autor compartirá mesa con Alfonso Arranz, el moderador, alumno delegado del Campus; Salvador Fontenla, general retirado de Infantería; y el caballero legionario Guillermo Rocafort, doctor en Economía, entre otros invitados.
Este último es uno de los fundadores del partido ultraderechista Unidad, colaborador de La Razón —donde ha firmado artículos como el titulado Una vergüenza llamada Gibraltar— que se define como «una persona con ambición de patria» a quien se le llenan «los ojos de lágrimas» cuando piensa en su «Nación». Unidad es, según sus palabras, una formación «con ambición de poder».»Llevamos casi 40 años en el desierto. Empieza nuestro ciclo», respondió entusiasta en una entrevista. El programa del partido se asemeja —al menos, en su apuesta por un centralismo que garantice la «unidad nacional»— al recién nacido de ex miembros del PP, Vox.
Salvador Fontenla, con una amplia trayectoria en el Ejército (fue Capitán de Infantería, Comandante de la Legión, Jefe de la Brigada Paracaidista, entre otros cargos), representa a la División Azul, protagonista de su libro Los combates de Krasny Bor. En su caso, el ahora coronel retirado fue censurado por el Ministerio de Defensa por criticar la misión de España y la OTAN en Afganistán en un artículo que —según sus propias declaraciones— escribió para el Catálogo del Centenario del Protectorado de España en Marruecos.
Por su parte, Arranz es junto a David Romero y Ángel Bordás —otros de los ponentes de la mesa redonda, ambos abogados— autor del boicot al que fue sometido el ministro principal de Gibraltar en la EPSA el pasado mes de noviembre. Fabián Picardo se fue de la escuela de Algeciras sin pronunciar su ponencia «por motivos de seguridad», después de que unas 200 personas reventaran el acto a gritos de «Gibraltar español» y «Picardo, cabrón, vuélvete al Peñón».
Bordás es, además, fundador del Partido por la Libertad, similar tanto a Unidad como a Vox: patriota, defensor de una «identidad hispánica», de la familia («especialmente, de la familia numerosa») y que reniega de la «subsidiariedad». «Una cosa es que los pueblos se solidaricen con los más necesitados y otra que los poderes públicos garanticen ingresos en cualquier caso […] El Estado debe evitar que existan estratos sociales que se aprovechen de la solidaridad para unir ingresos estatales a una economía sumergida», reza su ideario.
Éste es el contexto en el que, si todo sigue según lo previsto, se desarrollará la presentación del libro de Manrique, a la que asistirán también, a través de una videoconferencia, otros miembros del Foro Recuperemos Gibraltar como el historiador ultraconservador Pío Moa —protagonista de titulares como «Franco no aniquiló a los rojos, los escarmentó», entre otros similares— , el historiador de la Universidad San Pablo CEU José Luis Orella —director de la revista Arbil, defensora de «la vida, la familia y la unidad nacional»— o el analista político Santiago Velo de Antelo —director de la Revista Diplomacia Siglo XXI y habitual de las tertulias de Intereconomía—.
Protestas al rector
A este cartel del evento han hecho frente algunos profesores de la Universidad de Cádiz, que han remitido una carta al rector de la institución denunciando la «grave incongruencia» que supone —en su opinión— «que la UCA participe directa o indirectamente en la organización de este acto». En el escrito, al que ha tenido acceso Público, el firmante señala que «todo el acto parece un gran ritual de extrema derecha» y critica que se invite al mismo local donde ocurrió el percance con Picardo a quienes fueron sus impulsores. «El que impidió violentamente un acto no puede ser invitado después por la misma institución en el mismo sitio para hablar del tema sobre el que impidió hablar», ironiza el docente. «Porque entonces la institución está legitimando la censura violenta de la libertad de expresión y de opinión», concluye.
La universidad, por su parte, se ha desmarcado de la organización del evento. Según ha podido saber este diario, ningún cargo de la institución educativa acudirá a la presentación de Gibraltar español, según fuentes de la UCA que aseguran que tampoco la han financiado. De hecho, advierten de que la universidad «no se hará cargo de lo que se diga ni de lo ocurra» durante la actividad. Respecto a la cesión del local de la Escuela Politécnica Superior de Algeciras donde se llevará a cabo, las citadas fuentes denuncian que Arranz, miembro del Consejo Social de la UCA, «actuó de la mala fe» al solicitar el uso de una estancia en la que «se organizan 500 actividades todos los días». Es más, como anuncian en un comunicado, han dejado en manos de su Gabinete Jurídico «la confusión generada y el uso indebido del acrónimo y los logosímbolos de la Universidad de Cádiz» utilizados por la Asociación de Estudios y Profesionales Jurídicos y Sociales de la Universidad de Cádiz, organizadora del evento. «La Universidad de Cádiz lamenta las molestias que esta confusión haya podido causar», concluye el documento.
La oposición «echa de menos» la reacción del alcalde
Lejos del ámbito académico, en el político, el PSOE de Algeciras ha emitido un comunicado en el que dice que «echa de menos» la reacción del primer edil de la localidad, gobernada por el PP. «Lo que echamos de menos es el pronunciamiento de rechazo del diputado y alcalde del PP, el señor [José Ignacio] Landaluce, que contrasta con la prisa con la que promovió un comunicado en contra de la conferencia del ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, en el campus de la UCA en Algeciras, un acto finalmente suspendido y al que este Foro Recuperemos Gibraltar pretende contraponerse con la presentación del libro», sentencia el portavoz del grupo municipal socialista, Diego Sánchez Rull.
Los socialistas denunciaron que los organizadores del evento «usan la reclamación de la soberanía española de la colonia británica para exaltar al anterior régimen franquista», así como su anuncio en la web de asociación Tradición Digital, «que se define como defensora del catolicismo tradicional» y cuyos miembros afirman «no ser plurales». «Los católicos no somos ni podemos ser relativistas. Cada cual tiene derecho a exponer sus ideas, pero los que defendemos la democracia tenemos que tener muy claro que no podemos dar amparo a quienes reclaman y defienden ideologías y formas de gobierno autoritarias. Por eso nuestro rechazo», concluyó Sánchez Rull.