El chófer optó por detener el vehículo y reprendió al hombre por su xenofobia. Un pasajero insultó a una usuaria por sentarse en un reservado a ancianos
EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.- Un conductor de un autobús urbano de Avanza zanjó ayer un desagradable incidente racista desalojando el transporte y reprendiendo al pasajero que estaba vejando a una mujer de origen suramericano, según los testigos. La Policía Local preguntó por los hechos a ambos implicados por si la mujer, o ambos, quisieran interponer denuncia. No se pudo confirmar que ella lo hubiese hecho, aunque algunos pasajeros la animaron a ello; a otros, por contra, les molestaba más no poder continuar la ruta por lo que consideraban una nimiedad.
El incidente, según coincidieron algunos testigos y la Policía Local, ocurrió en torno a las 13.00 horas en un autobús de la línea 32 que enfilaba Conde Aranda en dirección al Portillo. Una mujer de origen suramericano subió al transporte y se sentó en uno de los asientos bajos de la parte delantera del transporte, «que iba casi vacío», indicó uno de los pasajeros que viajaban en él.
Fue entonces cuando un hombre mayor, que iba en el asiento de enfrente, comenzó a increparla por sentarse allí, diciéndole que estaba reservado para ancianos. Pero no contento con la regañina, añadió varios epítetos relacionados con su color de piel y su origen extranjero, que las fuentes consultadas no precisaron.
Ante el jaleo, el conductor reprendió al hombre, indicándole que no hay ninguna obligación de dejar libres esos asientos (menos aún con un autobús medio vacío), y que el ceder el asiento es una sugerencia. También indicó a la mujer que tenía perfecto derecho a sentarse allí. Finalmente, al no calmarse los ánimos, optó por parar el transporte, a la altura del colegio Escolapias.
Hasta allí se desplazó una patrulla de la Policía Local, llamada por la propia víctima de los insultos, según fuentes del cuerpo, o por el conductor, según algún testigo, o por ambos. Tomaron los datos y el testimonio de ambos intervinientes, pero no cursaron denuncia de oficio, ya que no hubo amenazas graves ni otro flagrante delito. Pero los datos quedan registrados por si alguno de los dos implicados quisiera denunciar los hechos.
