ABC.- El estudiante denuncia acoso en un juzgado y asegura que le quitan un 20% de nota si no hace las pruebas en valenciano.
El joven Andy Costa estudia Electromecánica de Maquinaria (Grado Medio de FP) en un instituto público de Cheste (Valencia), pero denuncia que está expulsado de varias clases y tiene prohibido asistir -rela que se las pasa en un aula de castigo y no puede ausentarse- tras ser expedientado después de haber pedido hacer los exámenes en castellano y no en valenciano. El centro educativo justifica el castigo por «indisciplina» hacia algunos profesores y el asunto ha llegado a un juzgado con una denuncia por acoso presentada por el joven.
El origen de este conflicto se remonta al principio de curso, cuando el alumno se dio cuenta de que tenía dificultades con la traducción de parte del léxico, pero confió en que podría cambiar de idioma, ya que ambas lenguas son cooficiales.
«Dado que mi lengua materna es el español y no comprendo el valenciano, solicité que al menos se me permitiese usar mi idioma en la realización de los ejercicios y exámenes para evitar una disminución en mi rendimiento y resultados académicos», narra en su denuncia admitida en un juzgado de Requena.
También detalla que le han advertido los profesores en varias ocasiones «de palabra» que «perdería dos puntos sobre un diez de la nota si respondía en español». Ante esta tesitura y asesorado por la asociación Hablamos Español, reclamó por escrito los «criterios de calificación», que nunca ha recibido, ni la normativa de la Generalitat que estipula esa merma de las calificaciones.
En manos de la Inspección educativa
ABC se ha puesto en contacto con la Conselleria de Educación para conocer si efectivamente se puede bajar la nota a un estudiante por utilizar el castellano y obtener su versión sobre la denuncia del joven. Al respecto, han señalado que «la dirección del centro educativo ha mantenido durante meses comunicación directa con el alumno, tanto para acompañamiento específico en el módulo concreto lingüístico, como por cuestiones de comportamiento en el aula, que también ha sido tratado más allá del tema específico publicado en su diario».
Visita de la Inspección educativa
También han anunciado un seguimiento para después de las vacaciones escolares de Semana Santa: «Además, la Inspección educativa hará seguimiento del caso y visitará el centro para recopilar de primera mano las posibles incidencias la próxima semana, cuando los centros educativos valencianos vuelvan a su rutina lectiva».
En el caso de Andy, no se trata de materias lingüísticas, tal como ya argumentó en una carta dirigida al director del Centro Integrado de Formación Profesional (CIPFP) de Cheste, sino que únicamente pide libertad para «expresarse» en asignaturas técnicas, sobre «Motores» y sistemas diésel.
Su padre, Carlos Costa, también ha intentado reconducir la situación con la jefa de Estudios, a quien contó el «daño psicológico» que sufría su hijo con estas tensiones, aparte de que «repercutía en su rendimiento: mientras que tenía una media de 7,5 en las materias en castellano, en las que cursaba en valenciano sacaba un 6 a pesar de que le «gustan mucho». Asimismo, el progenitor achacaba en este escrito el fondo del asunto a cuestiones ideológicas: «No estaría mal que esto se solucione por el bien de Andy y seguramente de otros que pueden estar en la misma situación que él, priorizando el desarrollo de los alumnos al politiqueo interesado de personas que nunca dan la cara bien sentados en sus despachos».
«Grabar con el móvil»
En la propuesta de apertura de expediente disciplinario por «falta de respeto al profesorado», instruido por la jefa de Estudios y a la que ha tenido acceso ABC, se acusa a Andy de «falsear y manipular la información que le da la jefa de Estudios al trasladarla al profesor; abandonar la clase sin permiso, tras ser advertido de que no podía ausentarse del aula; aparecer en el aula interrumpiendo la clase, y al decirle que debe esperar fuera, se vuelve a ausentar, desobedeciendo las instrucciones del profesor».
También, «utilizar el teléfono móvil en el aula para grabar a un profesor sin su consentimiento y negarse a borrar la grabación cuando el profesor se lo requiere; amenazar a un profesor con que lo va a usar como prueba».
El alumno presentó alegaciones -sin respuesta- y negó esas ausencias, además de asegurar que grabó su conversación como prueba, pero en el patio, no dentro de clase, donde deben apagarlo antes de entrar. También recordó las múltiples ocasiones en que había pedido verbalmente y por escrito los exámenes en valenciano, pero le conminaron a hacer cualquier reclamación a la Conselleria de Educación.
Hablamos Español y otros casos
Desde Hablamos Español, su presidenta, Gloria Lago, ha indicado que en un proceso disciplinario como este hay que escuchar al alumno, sus alegaciones, para que pueda defenderse de las acusaciones. Y ha lamentado que «están dándose otros cosas similares en la Comunidad Valenciana, de estudiantes a quienes no se reconoce su derecho a utilizar el español».
En el IES San Antonio de Benagéber, por ejemplo, Alfredo Navasal quiere que su hijo Tomás -que cursa Primero de Bachiller y tiene las asignaturas de Historia, Música y Educación Física en valenciano- «se exprese en español porque es su lengua materna ya que evidencia que, debido al uso del valenciano, sus resultados son más bajos y eso repercutirá en su nota para acceder a la Universidad».
Ha pedido asesoramiento a Hablamos Español y ha registrado un solicitud de uso del castellano en el Aula, el pasado 1 de febrero, pero aún no ha obtenido respuesta. También hizo lo propio con otra solicitud de «criterios de calificación» con igual fecha y, en este caso, sí le respondieron el 3 de febrero, pero lo remiten a un enlace de la página web de la Conselleria de Educación «Así se pueden ir viendo las asignaturas, pero son solo criterios de evaluación», precisan desde la asociación.
Gloria Lago añade que han llamado en varias ocasiones al centro, aunque no les han pasado ni con Dirección ni con Jefatura de Estudios en ninguna de las ocasiones, y tampoco les devuelven la llamada. Igualmente, el alumno afectado ha hablado con la directora para que llame a los representantes de Hablamos Español, sin éxito.