La Guardia Civil lo encontró en poder del yihadista detenido en Barcelona
J.M. ZULOAGA. LA RAZÓN.- Una nasheed (cánticos que utiliza el Estado Islámico para animar a sus combatientes) incita a los marroquíes, en este caso residentes en España, a cometer atentados sin dilación, según las investigaciones realizadas por la Guardia Civil tras la detención de un yihadista en Barcelona.
En poder de Mohamed Amrani se encontró uno de estos himnos de “guerra” en el que, entre otras cosas, se les pregunta “¿seguís teniendo miedo de las autoridades? ¿os habéis convertido en mujeres? ¿hasta cuándo permaneceréis callados?”.
Los cabecillas, además de apelar a su machismo, apelan al carácter “muwahidin” (musulmanes auténticos) de los magrebíes para que se unan de forma inmediata a la yihad y perpetran acciones criminales.
La colonia marroquí es la más numerosa de la musulmana residente en España, muchos de los cuales están afincados en Cataluña, comunidad en la que fue arrestado Amrani.
Prueba de su afiliación a Isis de este individuo, la Guardia Civil tuvo conocimiento que había mandado su jefe Mohamed Nadir, tal y como se lo había ordenado, una fotografía en la que aparecía con la cara tapada.
Este tipo de imágenes son utilizadas por la banda una vez que sus terroristas cometen un atentado y para acreditar que han sido los cabecillas los que los han ordenado.
Se pensaba que esta costumbre se había perdido, pero el hecho de que la petición se formulara el pasado mes de abril demuestra que Daesh va consiguiendo, poco a poco, reorganizar sus estructuras. Nadir, según decía, reside en Siria donde participa directamente en la actividad criminal del grupo.
Amrani, que se decía el de “Al Andalus”, como denominan los islamistas a España, había mandado su adhesión incondicional al nuevo “califa”: “obedezco al sheik Ibrahim (Hashimi) en todo lo que dice y todo lo que manda”.
Asimismo, se le recordaba que debía seguir la “baquiya wa tatamadad” (permanencia y expansión) que caracterizan las actuaciones del Estado Islámico, según dictan sus cabecillas.
En su declaración ante La Guardia Civil y con asistencia de abogado, Amrani confesó que fue captado a través de las redes sociales por un tal Mohamed Nadir, residente en Irak que le introdujo en las redes sociales yihadistas.
Le ofreció la redención de su vida pasada cuando consumía alcohol y alejado de la religión. Para ello debía cometer atentados purificando de esta manera su vida y asegurándose un lugar en el paraíso.
Fue Nadir el que le dijo que esa acción terrorista consistiría en la utilización de un dron con una carga explosiva adosada al mismo que se lanzaría sobre el estadio del Barcelona y hecho estallar en su interior.
El detenido mantenía una intensa comunicación con miembros simpatizantes de Dáesh entre ellos con uno que se hacía llamar Abu Omar Al Sharni, con el que hablaba prácticamente a diario y que, en su momento, le animó a trasladarse a Siria o Irak. Otros de sus interlocutores era Abu Kalash Al Magharibi que también le animaban a integrase en la banda o establecerse en Marruecos y formar allí una célula terrorista. Como alternativa, siempre quedaba la posibilidad de asesinar personas en Barcelona mediante cuchillos.
El tal Abu Omar le aconsejó, en una conversación mantenida en abril pasado, las medidas que debería adoptar para pasar desapercibido por la población, y en especial por las Fuerzas de Seguridad, (no dejaban de reír durante esta conversación ya que comentaban que se pondría un pendiente en la oreja, usaría pantalones, fumaría tabaco, bebería alcohol y se iría con chicas).