elDiario.es.- Siete cubos de una muestra organizada por el Ayuntamiento aparecieron rotos este fin de semana a pocos metros del lugar en el que se celebró el jueves un acto de Vox. Otra instalación sobre Protección Civil no sufrió daños.
Varios cubos con nombres de personas migrantes fallecidas estaban preparados en la alameda de Santiago de Compostela para una exposición con motivo del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora este domingo. El sábado aparecieron dañados tres de ellos y este mismo domingo, otros cuatro. Fuentes del Ayuntamiento de Santiago, que organiza la exposición, han explicado a esta redacción que los indicios apuntan a que no se trata de actos de vandalismo, sino de xenofobia. Hay otra exposición sobre Protección Civil en el mismo lugar y no hay sufrido ningún ataque. Los desperfectos se produjeron a pocos metros y día y medio después de un acto de Vox en el que estuvo presente su secretario general, Javier Ortega Smith, pero el consistorio indica que se desconoce si hay una relación.
Los cubos están cubiertos por paneles en cuatro de sus caras en los que se pueden leer los nombres de 40.555 personas refugiadas cuya muerte está documentada y cómo se produjo. Estaban ya en la alameda compostelana a la espera de que la exposición se inaugurase formalmente la próxima semana.
El concejal encargado del área de seguridad ciudadana, Gonzalo Muíños, expone que la sospecha es que «no es un acto vandálico» sin más. Solo han sido atacados los paneles con nombres de refugiados y lo han sido dos noches seguidas. Después de ver los desperfectos del sábado por la mañana, en la madrugada del domingo una patrulla de la Policía Local estuvo controlando la zona. «Debieron de estar vigilantes -los responsables de los daños- porque esperaron un momento en que no estuviesen y dañaron otros tres», relata el edil.
El jueves hubo en la alameda, a unos metros de donde estaban los cubos, un acto de Vox con guardias civiles. «No tiene por qué estar relacionado. O sí. No se sabe», dice Muíños. El concejal ha condenado lo ocurrido: «Es una vergüenza». Trabajadores municipales van a retirar las piezas dañadas para evitar posibles riesgos de seguridad porque pueden ser cortantes. Otras fuentes del Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, apuntan a una motivación xenófoba. «En Santiago nunca había pasado algo así», lamentan.
La concejala de Políticas Sociais, Mila Castro, también ha condenado lo ocurrido, que ha calificado de «actos vandálicos y un delito de odio». «No se puede permanecer impasible, ya que ponen en cuestión la convivencia, la cohesión y los derechos de las personas migrantes y refugiadas», ha manifestado. El gobierno municipal pondrá mañana sobre la mesa una declaración institucional para rechazar el ataque que se tratará en pleno este mismo mes.