Una pareja gay fue golpeada el domingo en Arnhem por un grupo de chicos de entre 14 y 20 años
ISABEL FERRER. EL PAÍS.- El ataque sufrido la noche del domingo por una pareja de homosexuales holandeses a manos de un grupo de chicos de entre 14 y 20 años, ha llevado el problema del aumento de la violencia homófoba a la mesa de negociaciones de la futura coalición de Gobierno. Los agredidos, Jasper Vernes-Sewratan y Ronnie Sewratan-Vernes, de 35 y 31 años, respectivamente, fueron insultados y luego apaleados por ir de la mano en Arnhem, al este del país. Golpeado en la cara con una cizalla, Ronnie ha perdido varios dientes y tiene el labio roto.
Este lunes, cuatro de los sospechosos se han entregado a la policía. La asociación holandesa que representa a la comunidad de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGTB) ha señalado que este tipo de agresiones ha pasado de 400 a 600 en los últimos seis años. En 2015, solo nueve de los culpables fueron sentenciados. Mark Rutte, primer ministro dimisionario, liberal de derecha y ganador de las elecciones del pasado 15 de marzo, ha advertido de que “el próximo Gabinete no tolerará esta horrible situación”. De la misma opinión son los liberales de izquierda, democristianos y ecologistas, el resto de los grupos con los que intenta pactar.
Jasper y Ronnie salían de una fiesta en Arnhem camino de su casa cuando fueron atacados. Eran las cuatro de la madrugada, y a la altura del Puente de Nelson Mandela (algo alejado del centro urbano) les cerraron el paso entre seis y ocho jóvenes. “Nunca vamos cogidos en público para no llamar la atención, pero estaba oscuro y no había nadie por la calle”, han explicado a la televisión nacional. El grupo les gritó “homos”, “sucios”, y “eso no se hace”, pero ellos siguieron adelante. “No pensamos que fueran a atacarnos si avanzábamos sin decir nada, pero se lanzaron contra nosotros.
Nos parecieron de origen marroquí, y de repente, vimos que uno sacaba una cizalla de su chaqueta. Entonces te asustas”, ha dicho Jasper. Instantes después de que se les echaran encima, oyó a Ronnie gritar de dolor diciendo que le habían roto los dientes. “Estaba de rodillas en el suelo en un charco de sangre. Ahí te hundes. No esperas algo así en 2017. ¿Y por qué? ¿Por qué nos vieron felices? No es su problema. Es lo que más me enfada”, añade.
La paliza ha generado una ola de solidaridad y varios gestos visibles por parte de los líderes políticos que negocian el próximo Gabinete holandés. Así, Alexander Pechtold, cabeza de los liberales de izquierda, ha acudido este lunes al Parlamento de la mano de Wouter Koolmees, uno de sus colegas. Luego ha subido la foto a su cuenta de Twitter. “Pensamos que lo normal en Holanda es no ocultarte”, ha señalado.
Otro tanto han hecho los socialdemócratas Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas dimisionario, y Lodewiijk Asscher, jefe del partido. En su caso, ha sido paseando por la playa. Los cuatro han aceptado la petición de la periodista Bárbara Barend, hija y sobrina de dos de los periodistas más famosos de Holanda, de darse la mano y publicar la foto. “Si mejora la información en los colegios y se habla de la homosexualidad, se pueden prevenir muchos problemas”, ha recordado en un comunicado la asociación LGTB holandesa, al tiempo que pedía un aumento de las penas impuestas para estas agresiones.