EFE. LA VANGUARDIA.- Un alcalde rumano ha asegurado que los gitanos «son un grave problema» para el país y ha planteado aplicar planes anticonceptivos para quienes, afirmó, tienen hijos sólo con el objetivo de recibir ayudas sociales.
«Yo tengo el mayor número de gitanos del país», ha declarado al portal Hotnews Dorin Florea, alcalde de la ciudad de Targu Mures, en la que 3.200 de sus 130.000 habitantes están empadronados oficialmente como miembros de la etnia gitana.
«Los gitanos son un grave problema en Rumanía y hacemos como que no lo vemos», agregó el alcalde, tras ser contactado por ese medio en relación a un mensaje suyo publicado en la red social Facebook en el que denunciaba que hay gente que «trae niños a este mundo» con el objetivo de «tener una fuente de ingresos».
En ese mensaje en Facebook el alcalde afirma que «después de un debate serio sobre este tema y de la concienciación de aquellos que reciben ayudas como fuente de ingresos» se podría implantar «un programa anticonceptivo».
Al ser preguntado por Hotnews sobre esas declaraciones, en las que no cita explícitamente a la etnia gitana, el alcalde afirmó que, si se aplican las medidas que él propone, «a los gitanos les entrará miedo».
Florea es miembro de la Alianza de los Liberales y Demócratas de Rumanía (ALDE).
Declaraciones como las de Florea sobre los gitanos son habituales entre los políticos de Rumanía, donde la discriminación de esta minoría étnica es una realidad cotidiana.
Según el censo de 2011, sólo el 3,25 % de los más de 20 millones de personas que vivían entonces en Rumanía declararon ser de etnia gitana.
Sin embargo, estimaciones del Consejo de Europa sitúan el número de gitanos que viven en Rumanía en 1,85 millones, lo que supondría un 8,32 % de la población total.
Según la Comisión Europea, el riesgo de pobreza y exclusión social entre los rumanos de etnia gitana es tres veces más elevado que el que existe entre sus compatriotas de otras etnias.