AFP.- El alcalde de Asotthalom, una localidad de 4.000 habitantes ubicada en la frontera de Hungría con Serbia, hace alarde de su caza de migrantes en su página en la red social internauta Facebook, a la que aún se podía acceder este sábado.
«Las nuevas olas de la línea afgana-paquistaní intentaron atravesar, pero fueron interceptadas por el comando nocturno de nuestra milicia de Asotthalom», se vanagloria el regidor bajo la foto en la que puede apreciarse a un individuo con aspecto de matón, calvo y tatuado, junto a cinco jóvenes migrantes «detenidos».
Las fotos pueden verse en su cuenta (facebook.com/laszlo.torockai) y fueron denunciadas a mediados de julio por la oenegé Human Right Watch (HRW).
El alcalde se hizo conocer cuando multó a la ONU con 150.000 florines húngaros (unos 500 euros) por haber dejado basura en terreno de Asotthalom. Como prueba colgó una foto de una mochila azul del ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados), encontrada en campos cerca de esta población.
«Los migrantes en la frontera húngara son forzados a regresar a Serbia, a veces de una manera cruel y violenta, sin consideraciones a sus derechos y solicitud de asilo», había subrayado HRW.
Iniciativas parecidas de autoproclamados «justicieros» que cazan migrantes en regiones fronterizas se han multiplicado en los últimos meses en Bulgaria, un país que tiene 269 kilómetros de frontera con Turquía.
Defensores de los derechos humanos han exigido que se abra una investigación tras la difusión de estas imágenes, en tanto se multiplican los incidentes en los que están implicadas milicias privadas. «Se trata de las imágenes más brutales de detención de migrantes por civiles dadas a conocer en Bulgaria», denunció Krasimir Kanev, presidente de la ONG Comité de Helsinki.
El gobierno húngaro lanzó hace 10 días una nueva salva de mensajes hostiles a los migrantes, en particular vinculados al tema del terrorismo y de la violencia hacia las mujeres, en el marco de su campaña en torno al referéndum previsto para octubre sobre la repartición de refugiados en la Unión Europea (UE).
El primer ministro húngaro, quien considera la política europea de inmigración demasiado permisiva, se presenta regularmente como un defensor de «la civilización europea».