La portadora de la Reial Senyera, María José Catalá (PP), ha parado frente a la Catedral en protesta contra la decisión del gobierno de izquierdas de que dejara de entrar en el templo
RAQUEL ANDRÉS DURRA. LA VANGUARDIA.- Hasta el medio día, el 9 d’Octubre que vive su foco mediático e institucional en la ciudad de València, se ha desarrollado sin incidentes destacables. Mucha crispación y tensión en determinados sectores de la Procesión Cívica, como es habitual, y presencia de banderas y simbología de ultraderecha.
La Procesión Cívica ha partido como cada año a las 12 del medio día tras la bajada de la Reial Senyera por el balcón del Ayuntamiento de València, que esta vez le ha tocado portar a la concejala María José Catalá, del PP. El recorrido lo constituye la comitiva institucional, seguida de partidos políticos y entidades y organizaciones de distintos signos de la Comunitat Valenciana.
Como anécdota remarcable, la ‘popular’ ha parado con la bandera en la encrucijada de la calle Sant Vicent y calle de la Paz, de frente a la Catedral de València.
La ha mirado en un claro gesto de protesta por la decisión que tomó el gobierno de izquierdas cuando llegó al poder en 2015; acordaron que no volviera a entrar en el templo, en señal de aconfesionalidad, por considerar que representa a todas las valencianas indiferentemente de sus creencias espirituales.
Mucha tensión también en los entornos de la plaza del Ayuntamiento entre los grupúsculos de ultraderecha -como GAV y España 2000-, a un lado de la procesión, y simpatizantes de partidos de izquierdas, al otro lado. Los primeros han llegado a exhibir, como cada año, simbología neonazi y banderas franquistas.
Ribó: “Hay muchas cosas que reivindicar, como la financiación y unas infraestructuras imprescindibles para la ciudad, como el eje ferroviario”
El alcalde de València, Joan Ribó, ha declarado ante los medios que hoy es una día para “reivindicar” que la Comunitat Valenciana es “una comunidad autónoma con una personalidad propia, lengua y culturas propias”.
“Hay muchas cosas que reivindicar: la financiación y unas infraestructuras imprescindibles para la ciudad, como el eje ferroviario. Somos un nodo del Corredor Mediterráneo que tenemos que construir y que vamos muy retrasados”, ha defendido.
Además, ha hecho una alusión a los “problemas medioambientales”, ya que asegura que en la Comunitat Valenciana hay mucha “sensibilidad” respecto a ellos: “Vivimos peligros de sequía, de lluvias torrenciales, de subida del nivel del mar… es imprescindible un respeto al medio ambiente y gestionar la economía desde un enfoque respetuoso con el medio ambiente”.
Confiscan a ecologistas una pancarta que decía ‘Sols el poble salva l’Horta’
Otra anécdota de la jornada la han protagonizado por la mañana activistas del Forn de Barraca en los alrededores de la plaza de la Virgen durante la entrega de los reconocimientos de la Generalitat Valenciana en el Palau. Dentro estaba el ministro valenciano de Fomento, José Luis Ábalos, a quien señalan como responsable de las obras de la autovía V-21 contra la que protestan.
Una decena de personas han exhibido junto al Palau de la Generalitat una pancarta en la que se podía leer: ‘Sols el poble salva l’Horta’ (Solo el pueblo salva la huerta).
Enseguida un grupo de agentes de la Policía Nacional los han identificado y los han conducido a una calle cercana, donde les han registrado las mochilas y les han requisado la pancarta.
Más tarde, los mismos ecologistas han dibujado consignas reivindicativas en folios, que también les han confiscado los agentes.
Se daba la coincidencia de que puertas adentro, en el Palau, se estaba concediendo de forma póstuma la distinción de la Generalitat a la maestra y escritora, Carme Miquel, abierta defensora de la huerta.
De hecho escribió el libro Mataren el verd, sobre las expropiaciones de la huerta de La Punta y su sustitución por la actual ZAL fantasma.
Manifestación valencianista por la tarde
El principal foco de tensión durante el 9 d’Octubre en València se suele producir por la tarde, cuando la Comissió 9 d’Octubre -integrada por colectivos, sindicatos y partidos políticos de izquierdas- convocan una manifestación valencianista y reivindicativa.
Desde hace años grupúsculos de ultraderecha han intentado boicotear este acto, aunque solo lo consiguieron en 2017. Entonces la Policía Nacional no evitó que personas vinculadas a la extrema derecha forzaran a modificar el recorrido de la manifestación, que se desarrollaba con todos los permisos necesarios.
Aquel día, además, agredieron a varios manifestantes y periodistas, hechos por los cuales en la actualidad hay 26 personas imputadas.
Este año, por primera vez un grupo vinculado a la extrema derecha ha solicitado a Delegación del Gobierno permiso para manifestarse en el mismo lugar y hora que lo hacen los valencianistas, para intentar boicotearlos por la vía legal.
Se trata de l’Associació del Regne de Valencia Gais i Lesbianes, Transsexuals i Bisexuals, cuya contramanifestación partirá de la plaza de San Agustín a las 18h y que el año pasado apenas logró reunir a una decena de participantes a las 20h. A su manifiesto se han adherido colectivos autores de acciones violentas como el Grup d’Acció Valencianista (GAV)
A las 18.30h se iniciará la habitual manifestación valencianista en el mismo punto, convocada por la mencionada Comissió 9 d’Octubre.