Se trata de un porcentaje ocho puntos superior al del resto del colectivo femenino. Un informe del Observatori de Discapacitat Física denuncia la doble discriminación que sufre este sector de un porcentaje ocho puntos superior al del resto del colectivo femenino
Un informe del Observatori de Discapacitat Física denuncia la doble discriminación que sufre este sector Un informe del Observatori de Discapacitat Física denuncia la doble discriminación que sufre este sector
BEATRIZ PÉREZ. EL PERIÓDICO.- Las mujeres con discapacidad tienen un 8% más de probabilidades de sufrir violencia machista (física, sexual o psicológica) que el resto del colectivo. Más en concreto, un 23,30% de las mujeres con discapacidad (es decir, una de cada cuatro) denuncian haber sufrido violencia machista, frente al 15,10% de las mujeres sin discapacidad. Son cifras extraídas del monográfico ‘Dona amb discapacitat. Doble discriminació’, publicado por el Observatori de Discapacitat Física (ODF) de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE).
El documento pretende denunciar que en la sociedad existe un espacio de invisibilidad en torno a las mujeres con discapacidad reconocida (física u orgánica), las cuales padecen una doble discriminación: por género y por el hecho de tener una discapacidad. La discapacidad orgánica es aquella que no se ve: la padecen personas que tienen algunos de sus órganos dañados o alguna dolencia genética.PUBLICIDAD
Según Ana Peláez, miembro del Comité por la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres de la ONU (CEDAW), «el 20% de las mujeres víctimas mortales de violencia machista han sido mujeres con discapacidad, bien porque ya tenían la discapacidad o bien porque la han desarrollado por los actos de violencia». «Y, aun así, muchas de estas mujeres no tienen un certificado de discapacidad, ya que esta [discapacidad] habría sido resultado de la violencia», sentencia.
El maltrato produce
«enfermedades invisibles», como la fibromialgia o el lupus
También Montserrat Pallarès, presidenta de COCEMFE Barcelona, asegura que la violencia machista produce «enfermedades invisibles» como «la fibromialgia o el lupus». Además, lamenta que en los medios de comunicación se suele omitir la discapacidad cuando una mujer es víctima de maltratos. «Por ejemplo, en el caso de la mujer de Viladecans [cuya pareja la dejó morir mientras sufría una hipoglucemia], no se dijo que tenía una discapacidad. Una persona con diabetes no está al 100%, tiene una discapacidad». Por eso Pallarès pide «muchísima sensibilización» y «mucho cuidado» a la hora de atender a estas mujeres.
«Doblemente discriminadas»
«Las mujeres con discapacidad están doblemente discriminadas. Por ejemplo, en el campo de la sexualidad, la mujer con discapacidad es tratada como una persona asexuada. No es visualizada como una persona que puede ser madre o esposa», explica Montse Fernández, responsable del estudio realizado por el ODF. Este documento refleja también que las mujeres con discapacidad padecen discriminaciones en muchos ámbitos de la sociedad y que, a menudo, ven anulados sus derechos.
«Las mujeres con discapacidad, al encontrarse en una situación mayor de vulnerabilidad, están más expuestas a las violencias machistas», añade Fernández. Esta experta asegura que este estudio es «uno de los más dolorosos» que ha realizado el Observatori, pues pone de manifiesto, además de la violencia machista, otros los maltratos como por ejemplo el laboral.
Las mujeres con discapacidad están más afectadas por la brecha salarial y tienen menos acceso al mercado laboral
Porque las mujeres con discapacidad tienen el acceso a la sociedad «más reducido» que las demás. Y, además, están más afectadas por la brecha salarial: mientras un 25,4% de las mujeres sin discapacidad está desocupada, este porcentaje aumenta hasta el 32,7% en el caso de las mujeres con discapacidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, una de cada tres mujeres con discapacidad en edad de trabajar está en paro. Los mismos datos del INE señalan que, mientras un 71% de las mujeres sin discapacidad y en edad de trabajar forma parte de la población activa, en el caso de las mujeres con discapacidad la cifra se reduce al 36%.
«Las mujeres tenemos cada vez más estudios y en muchas carreras universitarias somos más que los hombres. Pero, dentro del colectivo de las personas con discapacidad, hay muchas menos mujeres que hombres. Ellas sufren más barreras físicas y sociales», concluye Fernández.