Las condolencias de su profesión, del público y de dirigentes de todo el espectro político contrasta con los ataques de algunos exaltados por no compartir su fervor nacionalista
CRÓNICA GLOBAL.- El fallecimiento de la actriz catalana Rosa Maria Sardà ha suscitado las condolencias tanto de sus compañeros de profesión y del público en general como del ámbito político. Dirigentes de todo el espectro ideológico han expresado este jueves su pesar por la pérdida, también desde el independentismo catalán, con el que Sardà siempre se mostró muy crítica.
Desde el presidente de la Generalitat, Quim Torra, hasta su antecesor en el cargo, Carles Puigdemont, pasando por diputados como Gabriel Rufián o la exconsellera Dolors Bassa, han transmitido sus condolencias y su apoyo hacia los familiares de la actriz, fallecida por un cáncer a los 79 años de edad.
Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo en el caso de algunos exaltados que, aprovechando el anonimato de las redes sociales, han expresado su rencor hacia la actriz por no compartir su fervor nacionalista. Incluso deseando que la Generalitat no le dedique «ningún homenaje» por haber devuelto la Creu de Sant Jordi en señal de protesta por su politización en los últimos años.