EFE. ELDIARIO.ES.- La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) inició este sábado su congreso federal, marcado por el pulso interno entre su vieja guardia y el ala más radical y rodeado de protestas en la calle contra esta formación.
El copresidente del partido, Alexander Gauland, de 78 años, abrió los debates en Braunschweig – centro del país – abogando por un «relevo generacional». Su intención es no optar a la reelección para el puesto en la cúpula que comparte con Jörg Meuthen, representante del ala moderada.
Para ocupar esa vacante hay hasta media docena de aspirantes, repartidos entre las diversas corrientes del partido, incluida la llamada «Flüge» – el «Ala» -, cercana al neonazismo. Se trata de un sector que Meuthen ha tratado de contener, pero que a la vez es el gran captador de votos entre el electorado más radical.
Meuthen sí aspira a la reelección y se considera que logrará ese propósito, pese a su distanciamiento con la poderosa ala radical. Las dudas están en quién será su nuevo compañero de presidencia.
Gauland apoya como sucesor a Tino Chrupalla, quien en las elecciones generales de 2017 fue el más votado en su distrito, Görlitz, ciudad fronteriza con Polonia. De no lograr éste el apoyo de los delegados, no se descarta que Gauland acabe presentándose de nuevo para evitar una victoria de la «Flüge».
A esta ala pertenecen algunos de los líderes locales que están cosechando resultados récord en comicios regionales del este del país, como Brandeburgo, Turingia y Sajonia.
La AfD es la tercera fuerza en Alemania y líder de la oposición en el Bundestag (Parlamento) desde las elecciones generales de 2017. En varios estados federados del este alemán ocupa la segunda posición y está descartado como socio o aliado externo por el resto de las formaciones del espectro parlamentario alemán.
El congreso de la AfD, que se cerrará mañana, se celebra en un pabellón del consorcio automovilístico Volkswagen, que ha tapado sus siglas para evitar que se le relacione con la ultraderecha.
En las inmediaciones del pabellón se concentraron desde primera hora de la mañana grupos de manifestantes de izquierda. Su intención era impedir el acceso a los 600 delegados del partido, que entraron protegidos por un contundente operativo policial.
Para todo el fin de semana hay convocadas diversas marchas de protesta contra la AfD, tanto de partidos políticos como de organizaciones sindicales, cívicas y colectivos religiosos.